El médico que realizó el informe sobre la muerte del paciente Eduardo D’Angelillo, sometido a un ensayo clínico en el Hospital Fernández, no mencionó en el parte sobre el fallecimiento que D’Angelillo había sido involucrado en un protocolo de investigación.
Así lo demuestra la notificación de defunción realizada por el cardiólogo Simón Salzberg. Se trata de un informe de rutina que hacen los médicos cuando sus pacientes mueren en hospitales públicos y está dirigido al Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires.
Según informa hoy el diario Clarín, en el parte médico, Salzberg no hace ninguna mención al “Protocolo Finesse”, nombre del ensayo que se le había aplicado, cuando un mes antes, D’Angelillo, un taxista de 65 años, ingresó al hospital con un infarto grave de miocardio.
Lo llamativo es que el "Protocolo Finesse" no era un secreto, ya que estaba aprobado por el Comité de Etica del Hospital Fernández. El parte médico ya está siendo analizado por la jueza porteña Ana De Herrero y la fiscal Viviana Fein, junto a otros indicios.
La familia del paciente intenta demostrar que éste murió como consecuencia del ensayo. D'Angelillo había ingresado al hospital el 13 de diciembre de 2005 con un infarto grave. Minutos después de ingresar, al borde de la muerte, firmó su consentimiento para que le aplicaran un cóctel de drogas en experimentación que, se suponía, era capaz de destapar sus arterias sin necesidad de intervención quirúrgica.
Murió un mes después como consecuencia de graves infecciones y ahora los peritos de la Corte analizan si falleció como consecuencia de ese protocolo.
