Una adolescente murió este fin de semana en la ciudad entrerriana de Rosario del Tala víctima de una anorexia nerviosa, porque se negó a recibir tratamiento médico por cuestiones religiosas, pese a la intervención de la Justicia por pedido de su padre.
Se trata de María Antonella Mirabelli, que murió el sábado a los 19 años con un peso de 31 kilos, sin recibir atención médica porque ella y su madre consideraban que los problemas se solucionan con la fe religiosa.
El padre de la adolescente, Cristian Mirabelli, busca ahora "salvar la vida de sus otras seis hijas", por lo que presentó un escrito ante la Justicia para que se les brinde "tratamiento psiquiátrico y médico".
Así lo reveló este mediodía su abogado, Gustavo Baridón, tras conocerse a nivel nacional el caso, y dijo que su cliente y padre de la víctima ya realizó una presentación ante la Justicia entrerriana porque "las seis hermanas (de Antonella) son menores de edad. Estamos presentando un escrito en el Juzgado para el inmediato tratamiento psiquiátrico y médico", informó DyN.
Baridón aseguró que la madre de las chicas ha "rechazado cualquier tipo de intervención médica, se opone terminantemente", incluso después del fallecimiento, el sábado, de su hija de 19 años.
En tanto, el fiscal de Rosario del Tala, Elbio Rojkin, afirmó que la Justicia "hizo todo lo que podía hacer" para convencer a una joven a recibir atención médica por el grave cuadro de anorexia que padecía y admitió que su creencia religiosa "influyó mucho" en esa postura.
Rojkin aseguró sentirse "muy afectado" por la muerte de María Antonella Mirabelli, de 19 años, ya que intervino en el caso luego de la denuncia del padre de la chica en, quien en septiembre pasado apeló a la Justicia para que se le diera asistencia médica, ya que la familia de la madre, con quien vivía, no avalaba que se sometiera a un tratamiento.
De todas formas, negó que perteneciera a "una secta como se dijo", sino que "son muy creyentes, oran en grupo y están convencidos de que todos sus problemas se solucionan por la fe".
Y agregó: "La chica era mayor de edad y no tenía ningún padecimiento mental", por lo tanto su objetivo, dijo, fue "convencerla para que haga un tratamiento por su propia voluntad", ya que no se podía avanzar en el caso "por la fuerza".
El caso conmovió a la pequeña localidad de Rosario del Tala, ubicada 280 kilómetros al este de Paraná, y en las últimas horas tuvo difusión nacional.
"Dentro de lo que es la impotencia del papá, de la tristeza que tiene, realmente él siempre trató de decir en los escritos, en las audiencias de manera personal, que su hija se moría, que no había otra posibilidad que no sea la muerte, y de hecho así ocurrió lamentablemente", relató su abogado.
En septiembre pasado, Mirabelli había presentado un escrito en el que solicitaba la intervención de la Defensoría de Pobres y Menores de Tala "para que se ocupen del tratamiento médico de su hija, puesto que veía un deterioro de su salud, pero desconocía a qué obedecía" dijo el abogado.
La madre de la adolescente y la propia Antonella, según contó Baridón, se oponían "a cualquier tratamiento u observación médica y quedó constado en actas que se encomendaban enteramente a su dios, dentro de su religión o secta".
En febrero de este año se conoció la muerte de una médica en Córdoba por negarse a recibir una transfusión de sangre, tras ser atropellada por un colectivo, por profesar la fe de los Testigos de Jehová.
Hace un año, el caso de otro testigo de Jehová, Pablo Albarracini, llegó a la Justicia por la denuncia de su padre, luego de que su esposa se negara a permitirle una transfusión mientras estaba internado en grave estado por recibir varios disparos en un intento de robo.