Miles de jóvenes iniciaron desde el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, la XXXIII peregrinación a pie a Luján, que este año se hace bajo el lema: "Madre, ayúdanos a vivir en la verdad". La peregrinación partió pasado el mediodía desde la intersección de las avenidas General Paz y Rivadavia, encabezada por la imagen de la Virgen de Luján, patrona de la Argentina.
Antes de partir hacia Luján, los peregrinos recibieron la bendición de monseñor Eduardo García, Obispo Auxiliar de Buenos Aires y Vicario de Pastoral en el santuario ubicado en Cuzco al 100 y luego se unieron al cuerpo principal de la peregrinación en General Paz y Rivadavia. La imagen cabecera de la Virgen de Luján fue bendecida por monseñor García, quien sostuvo que "un país, por muy organizado que se sienta, no puede ser estable y fecundo si le falta la verdad". Y agregó: "Todos defendemos la vida y nos oponemos a todo tipo de violencia y muerte ", sostuvo el prelado.
En ese sentido, García señaló que "vemos cómo se defiende irracionalmente la muerte del que está por nacer". Desde la mañana partieron grupos de distintas parroquias de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires hacia la ciudad de Luján, que realizaron previamente un paso por el santuario de San Cayetano.
Juan Manuel, de 21 años, llegó desde la ciudad bonaerense de San Bernardo a participar de la peregrinación "a pedir especialmente por la salud de mi abuelo que fue operado del corazón y a agradecer que conseguí mi primer trabajo". Los jóvenes caminaron durante toda la tarde y la noche hacia la Basílica ubicada en esa localidad bonaerense de Luján y fueron recibidos esta mañana por el cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, que preside la misa central en la basílica junto a los obispos de la Región Buenos Aires.
María Ester Parera, de Daireaux, indicó que "hace siete años que hago la peregrinación, ahora voy a pedir por mi país en una época tan especial como la de elecciones", y rescató "el clima de oración que se vive en la ruta durante toda la noche hasta llegar a Luján". Antes de partir, muchos peregrinos prepararon bajo un sol radiante frente al santuario de San Cayetano viandas y mudas de ropa para cambiarse durante la caminata.
Verónica Agostino, vecina de Flores, indicó: "Sólo voy a acompañar durante unas pocas cuadras la procesión para agradecerle a la Virgen porque en mi familia tienen todos trabajo y para pedir por el país". Por su parte, Ricardo Lipcino, de Mataderos, dijo que va "todos los años a agradecerle a la Virgen el tener salud", pero destacó que especialmente en esta oportunidad caminará porque superó una grave operación".
Durante la peregrinación hubo puestos de asistencia para atender gratuitamente a los peregrinos cada 500 metros aproximadamente, desde Merlo a Moreno, informaron los organizadores. Como en años anteriores, se promovió en la Peregrinación un gesto solidario, que consiste en depositar un alimento no perecedero en los contenedores de Cáritas que se encontraron en distintos puntos del camino.
Fuente: Télam
