El niño chileno Felipe Cruzat, que recibió un implante de corazón artificial con el asesoramiento de médicos argentinos, murió hoy tras 90 días de esperar un trasplante, informó la prensa chilena.
El padre del niño de 11 años, Gonzalo Cruzat, contó que el fallecimiento de su hijo “fue repentino”, a raíz de una “emergencia vinculada a la anticoagulación, que requiere el corazón artificial”, informó el diario local La Tercera . Felipe había recibido el implante del corazón artificial con el asesoramiento de médicos del hospital Garrahan.
Felipe, según su padre, que habló con serenidad ante los medios, “tenía una misión en este mundo y él la cumplió y se fue en paz”. Luego, explicó cómo fue el fatal desenlace: “Los doctores decían que estaba bien, él estaba súper bien, estaban funcionando todos los órganos bastante bien, se estaba recuperando, y a la hora estaba ya fallecido, por lo tanto creemos que la voluntad de Dios se expresó y ese era el destino de Felipe", dijo.
Cruzat contó además que el niño se estaba "sobreponiendo" al implante. "Ayer se había sacado la máquina de diálisis, porque ya estaba orinando perfectamente bien, y estábamos próximos a sacarle la ventilación (respirador artificial)", relató el papá de Felipe.
