El profesor e investigador Carlos Ravera, de 64 años, murió hoy en el Instituto del Quemado del Hospital de Córdoba, y se convirtió en la tercera víctima fatal de las trágicas explosiones ocurridas en la planta piloto de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
"Falleció a las 7.30 de la mañana. Tenía quemaduras en gran parte de su cuerpo", explicó Carlos Simon, el director del Hospital Córdoba, donde estaba internado Ravera, según informó hoy la edición digital del diario cordobés La Voz del Interior.
“En las últimas 48 horas tenía un compromiso renal que no había sido podido ser recuperado con los fármacos”, según explicó Carlos Simon, el director del Hospital Córdoba, donde se encuentra el Instituto del Quemado.
El estado de Ravera era desesperante: presentaba quemaduras en más del 80 por ciento del cuerpo y en las vías respiratorias, tras la serie de detonaciones ocurridas el último miércoles, cuando aparentemente se rompió uno de los tambores de hexano que estaban en el sector de biodiésel de la planta piloto, un solvente orgánico altamente volátil e inflamable.
Por las consecuencias del hecho también fallecieron el alumno Juan Politano, de 22 años, y la docente Liliana Giacomelli, de 42. Están graves Miguel Mattea, Gladys Baralla y Damián Cardarelli, quienes permanecen internados en el Instituto del Quemado.
En la Universidad se continúa investigando las causas de la tragedia. En recientes asambleas, docentes y alumnos manifestaron su preocupación por la falta de seguridad dentro del establecimiento.