La desesperación por la falta de posibilidades económicas convirtió al alquiler de vientres en una oferta corriente. Luego de que trascendieran casos en Córdoba, Santa Fe y Mendoza el efecto contagio empujó a una joven chaqueña de 22 años, frente a la necesidad de conseguir una vivienda, a publicar un aviso en donde pide, a cambio del servicio, 30 mil pesos.
"Estoy necesitando comprarme una casa", justificó Sandra su decisión, y explicó que tiene dos hijos, de 1 y 3 años, y también vive con un hermano que la acompaña.
"Estuve juntada pero me separé y me quedé sola con los chicos y ahora necesito una casa porque estoy en una prestada y el dueño me la está pidiendo", dijo Sandra, que nació en Presidente Roque Sáenz Peña y vive en Resistencia.
El aviso está dirigido a " parejas estériles" y agrega: "Sandra de 22 años alquila su vientre. Absoluta discreción", dice el aviso publicado en el diario Norte de Resistencia, en el que figura el número de un teléfono celular para que los interesados se comuniquen.
A partir del aviso, Sandra confió que la llamaron por consultas y que todavía no hay nada concreto. La joven también relató que se le ocurrió ofrecer en alquiler su vientre después de haberse enterado de otros casos ocurridos en el país.
Sandra dijo desconocer totalmente el tema de " maternidad sustituta" y agregó que solo sabe que deberá gestar durante nueve meses un bebé que luego entregará a los padres biológicos.
Propuesta extendida. Una de las primeras ofertas que trascendió fue la de una mujer oriunda de Santa Fe que vive en una vivienda precaria y mantiene a sus cinco hijos con changas.
Según su relato, sufrió durante las últimas inundaciones el robo de todas las herramientas que el gobierno santafesino le había dado para trabajar en su oficio de pintora y hace un tiempo le usurparon una vivienda que la Municipalidad de la capital le había cedido. "Yo quiero alquilar mi vientre para conseguir una casa donde vivir con mis hijos, ya no tengo salida", había explicado.
En Córdoba, otra mujer, de 40 años y madre de 12 hijos, publicó su oferta en el diario local. Su determinación fue, según explicó, desesperada frente a la necesidad de una vivienda. Analía Algañaraz, vive con cinco de sus hijos, ya que a los otros siete tuvo que entregarlos en adopción porque no los podía mantener.
Finalmente, ayer trascendió otro caso en Mendoza. Laura también tiene como objetivo conseguir un techo para ella y sus cuatro hijos. El bono de 800 pesos que gana trabajando en una empresa de limpieza no alcanzan para cubrir sus necesidades habitacionales. "Me cansé de pedir ayuda al Municipio. Siempre la respuesta fue que tenía un ingreso y que los desempleados tenían prioridad".
Fuente: DyN