SOCIEDAD
El conflicto con el campo

Otra vez hubo cacerolazo y nuevamente la violencia del grupo de D'Elía echó a los opositores de Plaza de Mayo

En medio de golpes y palazos, la rama piquetera del kirchnerismo se quedó nuevamente con el control de la plaza. Los vecinos porteños escaparon y se fueron al Obelisco. Las protestas se repitieron en numerosas ciudades.

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| Pablo Cuarterolo

La noche comienza a tomar el sonido que más molesta al matrimonio Kirchner por estos días: pasadas las 20 hubo cacerolas sonando en Plaza de Mayo y varias zonas de Capital Federal. También llegaban noticias desde ciudades como Junín, Laboulaye, Córdoba, Rosario, Trenque Lauquen, Santa Fe, Santa Rosa, donde había gente que salía a las calles para ponerse del lado del campo en esta pulseada que parece no tener fin.

La primera noticia de incidentes llegó desde La Plata, donde grupos oficialistas y opositores se enfrentaron a golpes en la esquina de céntrica avenida 7 y la calle 50. Pero luego fue la propia Plaza de Mayo la que poco después se convirtió en caja de resonancia de la irracional actitud de quienes siempre tienen la violencia a flor de puños. Y otra vez fue Luis D'Elía el encargado de "defender al gobierno del golpe de la oligarquía". A golpes, por cierto.

Primero corrieron a grupos de ciudadanos que tuvieron que huir en dirección al Obelisco y pudo verse como a un hombre que se animó a enfrentar al grupo de D'Elía le dieron una soberana paliza.

Cabe consignar que hoy no hubo apariciones públicas de Cristina Fernández de Kirchner y fue Martín Lousteau, junto a Alberto y Aníbal Fernández, el encargado de llevar el peso de la respuesta del gobierno a los sectores que insisten en los cortes de ruta procurando que el desabastecimiento de productos de primera necesidad se agrave y obligue al Gobierno K a "capitular".

En Plaza de Mayo, esta noche las cacerolas fueron menos que ayer, pero llegó a haber unas 500 personas que intentaban encender la convocatoria con el nivel de la víspera. Sin embargo, la irrupción de los piqueteros oficialistas hizo que la gente de común prefiriera irse. El nuevo punto de reunión fue el Obelisco.

En Santa Fe y Coronel Díaz la convocatoria era nutrida y hasta se había cortado el tránsito, mientras llegaban desde numerosos barrios los avisos de protestas similares. La policía, al igual que ayer, se limitaba a mirar desde lejos las escenas de violencia y patoterismo.

María del Carmen Alarcón, la dirigente del grupo Pampa Sur, y un grupo de mujeres entregaron un petitorio dirigido a la presidenta Cristina Fernández para que atienda el reclamo de los productores. Mientras tanto, militantes de la Convergencia Socialista y de la Asamblea de San Telmo ocuparon un espacio frente a la Pirámide de Mayo para protestar contra el gobierno.

Por su parte, en Mar del Plata, unas 400 personas con cacerolas y latas en la mano estuvieron manifestando sobre el monumento al general San Martín, en la plaza del mismo nombre.

En Paraná la gente ganó las calles y con sus tractores los productores hicieron una caravana importante durante más de una hora en reclamo al gobernador Sergio Uribarri para que adopte una posición firme en favor del sector. En las localidades bonaerenses de Junín y Ramallo se llevaron a cabo protestas de caceroleros y productores por el centro comercial de la ciudad.

En Salta, unas trescientas personas realizaban esta noche, un cacerolazo por las calles céntricas de la capital provincial en rechazo a la política agropecuaria oficial, mientras se encontraban totalmente suspendidos los servicios de ómnibus a Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán.

En General Alvear, Mendoza, el apoyo al paro agropecuario se expresó con un corte de ruta y un cacerolazo. También hubo protestas en varios puntos de La Pampa a favor del campo.