SOCIEDAD
buenos aires, capital gastronomica

Parrilleros compiten por el mejor asado en la 9 de Julio y también dan clase en la universidad

Hoy se realiza el primer festival federal que celebra a la más típica comida argentina en la plaza del Obelisco. La Universidad Abierta Interamericana lanzará en marzo un curso online para aprender a ser un buen asador.

asado 9 de julio
Carne. Forestello, de Siga la Vaca; Caverzaschi, de Las Lilas; Sorba; Ramos, de Nuestro Secreto; Sitz, de La Carnicería; y Gómez, de El Mirasol. | Nestor Grassi

Una buena tira de asado, vacío, chorizos y morcillas; la carne argentina y el ritual del asado son una marca país y hoy tendrán su celebración en plena avenida 9 de Julio, frente al Obelisco, donde en 24 parrillas, competidores de todas las provincias se enfrentarán en el marco del Primer Campeonato Federal del Asado para elegir al mejor asador del país.

“El asado es una ceremonia, una reunión de amigos y familia, una forma de disfrutar la comida; es algo muy importante para los argentinos, y el campeonato es el reflejo de esa idea”, dice Pietro Sorba, crítico gastronómico y uno de los jurados del evento.

Los participantes serán evaluados por un jurado integrado por algunos de los mejores parrilleros del país que en diálogo con PERFIL compartieron sus secretos a la hora de enfrentarse a la parrilla.

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“Para mí hacer un asado no tiene un secreto, es una conjugación de secretos, y es algo que te lleva a juntarte con amigos”, dice Gustavo Forestello, de Siga la Vaca. “El fuego tiene que estar siempre prendido y buena cantidad, mi corte es el asado, y prefiero leña”, agrega como recomendación.  

“La carne se come sin chimichurri. Sal gruesa y a la parrilla”, dice por su parte Clementino Gomez, parrillero de El Mirasol, y otro de los jurados. “Yo prefiero leña”, agrega Patricia Ramos, a cargo de Nuestro Secreto, una de las pocas mujeres al frente de una parrilla porteña. “A mí me gusta cocinar con hueso, porque le aporta sabor y protección a la carne”, aporta Germán Sitz, de La Carnicería; y con él concuerda Juan Ignacio Caverzaschi, de Las Lilas, quien resalta que el asado es para compartir, y que “nunca se le dice nada al asador si sos invitado”.

A la universidad. Y si bien para muchos el asado no se estudia, sino que se aprende a fuerza de observar y probar, la posibilidad existe. Con más de 600 alumnos “egresados”, la Escuela de Parrilleros es pionera en el país en dar cursos sobre el tema. Y ahora, también, la Universidad Abierta Intermericana (UAI) lo suma a su currícula.

“Vi que había una necesidad de la gente por aprender, y en el plan de estudios abarcamos todo, desde una breve historia del asado, la temperatura, tipos de carbón, los cortes”, explica Carlos López, parrillero hace más de treinta años y dueño de la parrilla Checho.

A partir del año que viene, López sumará sus cursos online a la UAI, la primera universidad en sumar el asado a su currícula. “En el online la práctica es por video, y estamos siempre conectados para preguntas”, explica sobre los cursos que duran cerca de tres meses y comenzarán a principios del año que viene.n