Según los especialistas los criterios confusos de renovación y restauración convertirán a la sala principal en un “ verdadero mamarracho”, con una mezcla de elementos nuevos como el telón, con otros que conserven las huellas del tiempo.
El aire acondicionado que se quiere colocar en el salón dorado puede dañar los adornos de yeso y estuco centenarios.
Las reformas en el escenario también son polémicas. Algunas, cerca de las bombas de agua, podrían dejar inundados los subsuelos del teatro.
El valioso archivo musical corre serio peligro, arrumbado en un sector del cuarto piso que sigue con importantes goteras.
Ya hay problemas con algunas obras terminadas. Durante las últimas lluvias se filtró agua por los vitrales recién instalados y se mojaron todas las alfombras.