Problemas edilicios ponen en riesgo la vida de alumnos

La situación edilicia de las escuelas en todo el país deja bastante que desear. En la ciudad de Buenos Aires, la situación no es distinta. Como ejemplo, está la Escuela Nº 5 Úrsula Llames de Lapuente, en donde la vida los alumnos podría correr riesgo por las serias deficiencias que presenta hace unos años el edificio y que siguen sin ser subsanadas.

A partir de un reclamo presentado por la Asociación Cooperadora de la escuela, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad se hizo presente en el establecimiento, ubicado en Mansilla al 3600, Palermo, en donde estudian 550 alumnos.

Luego de un reconocimiento del lugar, los arquitectos de la Defensoría constataron "graves deficiencias edilicias".

La escuela presenta hundimiento de un importante sector del piso del salón comedor, desprendimientos de cielorraso y filtraciones de agua y humedades en las aulas y en la biblioteca lo que provoca interrupciones del suministro de energía eléctrica en varios sectores del establecimiento.

Además, en la escuela se registra un corte total del suministro de gas de las aulas desde el mes de junio a la fecha.

Hace dos años, en oportunidad del relevamiento llevado a cabo en escuelas porteñas estatales por profesionales de las Facultades de Ingeniería y de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires, se habían consignado éstas y otras irregularidades edilicias que, como consecuencia del paso del tiempo y la ausencia de obras de refacción, se ven actualmente agravadas.

Gustavo Lesbergueris, defensor adjunto del Pueblo y responsable del Área de Educación de la Defensoría porteña, solicitó al Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la "urgente refacción" de las deficiencias constatadas por el organismo, así como también la realización de una verificación del estado actual de las estructuras y las azoteas transitables que están siendo sometidas desde hace tiempo a constantes filtraciones.