Aunque todavía pesa sobre sus hombros una denuncia por abuso sexual a un seminarista, Gabriel Storni, antiguo arzobispo de Santa Fe, cobra una jubilación de privilegio que le otorga el Estado argentino. El religioso se vio beneficiado por un decreto que data de los tiempos del dictador Jorge Rafael Videla, aunque ni siquiera cumple los requisitos establecidos por esa norma.
Gracias a un trámite que hizo la Iglesia, Storni recibe todos los meses unos 7000 pesos que el Estado paga desde el gobierno de Videla a todos los obispos retirados. El detalle es que aún no cumplió 75 años ni dejó el cargo por discapacidad, condiciones necesarias para acceder a este privilegio, informó hoy el diario Página 12.
Pero eso no es lo único. El ex arzobispo de Santa Fe, que tiene 71, tuvo que renunciar a su cargo en 2002 luego de un escándalo por abuso sexual que salió a la luz por la denuncia de un seminarista. Actualmente, se encuentra procesado por este hecho.
Storni comenzó su actividad religiosa en los años sesenta. Fue director de la publicación oficial de la curia, pero ahora se encuentra alejado de toda actividad mientras espera la sentencia por el caso de abuso sexual.
El escándalo comenzó tras la denuncia formulada por el seminarista Rubén Descalzo. Ante la repercusión que tuvo el hecho, el religioso renunció a su cargo el 21 de septiembre de 2002 y su jubilación fue aprobada por el secretario de Culto, Esteban Juan Caselli, durante ese mismo año.
Storni fue beneficiado por una “ asignación mensual y vitalicia” establecida por la ley 21.540, firmada por Videla el 25 de febrero de 1977 y publicada en el Boletín Oficial el 3 de marzo de ese año.