Un proyecto ingresado en la Cámara de Diputados bonaerense propone que la planta herbácea Datira Stramonium, conocida como floripondio, sea agregada a la lista de drogas ilegales de la provincia y se prohiba de ese modo su cultivo y comercialización, informó la agencia DyN.
La iniciativa de la diputada Fernanda Antonijevic (GEN) sostuvo en sus fundamentos que la Datira Stramonium, por su contendido de alcaloides, es empleada "tanto como planta medicinal como droga alucinógena".
"El efecto que produce la ingesta de la droga que contiene, la escopolamina, conocida como burundanga, es de aproximadamente 8 horas, aunque los resabios del estado duran hasta tres días", manifestó la legisladora.
Antonijevic dijo que "existen drogas legales y socialmente promovidas como así también otras ilegales. La flor de floripondio entra en el primer grupo, aunque no por ello deja de ser altamente peligrosa, puesto que pertenece a las drogas de tipo alucinógenas generando efectos tales como espejismos, alucinaciones, delirios, mucha excitación emocional con períodos de violencia e incluso demencia temporal".
"Desde el punto de vista orgánico produce diversos síntomas, entre ellos los más destacados son náuseas, sequedad en las mucosas de las vías respiratorias y disminución o aumento del ritmo, euforia, mareos y crea condiciones en el cerebro que no son posibles de manera normal que implican un elevado riesgo de muerte", agregó.
Consultado por Perfil.com, el presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, Claudio Izaguirre, coincidió con que los efectos colaterales del floripondio “son nocivos” y que pueden llegar a provocar daños “psiquiátricos”. Sin embargo, señaló que el proyecto de la diputada bonaerense “es muy difícil de llevar adelante, ya que se trata de una planta que crece en las vías de los trenes a lo largo y lo ancho del país”.
“Es un droga que enloquece. La persona deja de tener conciencia de su realidad de tiempo y espacio, para empezar a tener actitudes que lo pueden llevar a la muerte, como visiones, alucinaciones, sensaciones de impunidad como creer que puede pararse frente a un tren y frenarlo. Por eso tienen que ser internados hasta que pase el efecto, con varias personas que puedan contenerlos”, explica el especialista.
Respecto de su supuesto uso medicinal, que la convierte en una droga legal, Izaguirre se pronunció en contra. “Lo de las drogas legales que pueden ser usadas como elemento medicial no es más que puro markting. Era así cuando la medicina no estaba desarrollada, o sea en 1900, pero luego se sintetizaron los elementos para salud y se deshecharon los nocivos”, explicó.