SOCIEDAD
Amor a plazo fijo

Proponen que el matrimonio tenga fecha de vencimiento

Gabriele Pauli, integrante de un partido conservador alemán, quiere restringir el matrimonio a siete años con la opción de anularlo o renovarlo. "Se ahorrarían peleas y costos de separación", argumenta.

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Nada mejor que su propia experiencia como base y argumento para generar proyectos y lanzarlos como propuestas. Así le sucedió a Gabriele Pauli, una política alemana que abrió una fuerte polémica tras proponer, luego de dos divorcios, restringir el matrimonio a siete años con la opción de dejarlo vencer o renovarlo, tal como un contrato.

Luego de siete años "muchas parejas sólo existen para el exterior, pero por dentro están rotas. Si el matrimonio se disolviera inmediatamente se ahorrarían peleas y costos de separación", aseveró la mujer, según consigna Clarín, que cuenta en su haber con 50 años y varias frustraciones.

En el núcleo de su partido político, la bávara y conservadora Unión Social Cristiana (CSU), la perspectiva sobre la propuesta es muy diferente: no sólo se criticó la idea con fuerza sino que, además, se le aconsejó a Pauli que realice un tratamiento psiquiátrico.

"Quien proponga el matrimonio a plazo fijo va en contra de la CSU. Lo rechazamos de plano, esto ni lo discutimos", disparó el presidente saliente del partido, Edmund Stoiber. Es que el partido defiende a ultranza "los valores conservadores", y entre ellos se encuentra el matrimonio.

Pero Pauli no se quedó callada y defendió su postura "Un plazo de siete años es adecuado" porque, a menudo, después de ese tiempo la pareja entra en crisis, insistió.

"Pasado ese tiempo se puede decir sí quiero, es decir, seguirá habiendo matrimonios para toda la vida", agregó. "Pero ya hoy una de cada dos parejas fracasan. Y muchos siguen casados sólo por temor a la separación, por dependencia económica o ventajas fiscales. Pero el matrimonio no está para dar seguridad, lo que debe contar es el amor", explicó.

La Iglesia tampoco se puso muy contenta con las declaraciones de Pauli. " Un matrimonio con vencimiento es una contradicción en sí mismo. Nadie se casa para luego separarse", expresó el portavoz del Arzobispado de Munich-Freising, Winfried Roehmel.