SOCIEDAD
tres capos que pelean por el poder en retiro

Quiénes son los narcos fantasma detrás de la guerra en la Villa 31

El Loco César y Tarzán están detenidos pero seguirían manejando el negocio. Ruti fue expulsado pero estaría de regreso con otra identidad.

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| Marcelo Silvestro

Nadie los ve. Son como fantasmas. Todos saben quiénes son, con quiénes se mueven y dónde están. “El Loco César”, “Tarzán” y “Ruti” son los apodos de los capos narco que se disputarían el dominio territorial de la Villa 31 de Retiro. Los dos primeros están detenidos en distintas cárceles. El paradero del tercero es una incógnita. No debería estar en el país porque fue expulsado después de cumplir una condena por un séxtuple homicidio, pero todo indicaría que habría regresado para dejar de perder terreno y poder en un barrio que históricamente dominó.
El Loco César es César Morán de la Cruz, un sanguinario narco peruano de 39 años. Su imagen y ficha personal figuran todavía en el listado de prófugos que publica Interpol, aunque distintas fuentes consultadas por PERFIL confirmaron que no se escapó de la cárcel (al menos por ahora): está detenido en el penal de Devoto desde 2011.
Su nombre impone respeto en la villa. Pero también miedo. Son miles las historias que se cuentan de este hombre nacido en Lima. Desde que mató a más de veinte personas para obtener la bendición de sus superiores, hasta que en la cárcel tiene un ejército de presos a disposición que lo atienden como si fuera su patrón, a cambio de dinero y otros beneficios.
En 2012, Morán de la Cruz fue condenado a 15 años de prisión por un crimen ocurrido en la Villa 31. Llegó acusado por otros dos crímenes que no pudieron probarle. Lo curioso es que la mayoría de los testigos que fueron presentados no se animaron a declarar en su contra. Y los que sí lo hicieron más tarde cambiaron su versión después de recibir amenazas.
Sus soldados continúan con el negocio en la villa, enfrentados a las otras dos bandas que se disputan el poder: Los Sanpedrinos, de Francisco Fouz Acosta; y los otros narcos peruanos que responden a Alionzo Rutillo Ramos Mariño, conocido por todos como “Ruti”.
Fouz Acosta es Tarzán, un narco paraguayo dueño de un corralón y un boliche que funciona en el interior de la Villa de Retiro. También está detenido, pero en el penal de Marcos Paz.
La zona que domina es una de las más conflictivas: el sector comprendido por las manzanas 99, 105, 107 y 102 de la Villa 31 bis, a pocos metros de la Casa del Pueblo y la Plaza de los Lápices.  
Ruti es el más famoso de los tres. Su pasado en Sendero Luminoso y su sangrienta disputa con Marco Estrada González, el capo de la Villa 1.11.14, lo convirtieron en uno de los narcos más pesados de la ciudad de Buenos Aires.
Condenado a 18 años de prisión por la masacre del Bajo Flores, ocurrida en octubre de 2005, y que dejó un saldo de seis muertos, cumplió la mitad de la pena en 2013 y fue expulsado del país por la Ley de Extrañamiento (25.871).
Mientras estuvo detenido continuó manejando el negocio de la droga desde la cárcel, de la mano de su hermano Esidio Teobaldo Ramos Mariño, alias “Meteoro”. Pero en abril de 2006 Meteoro fue asesinado a tiros con tres armas de distintos calibres. Los sobrinos de Ruti, Richard Ramos Noa, alias “Choclito”, Juan Cruz Fernández, y Rusbén Jhon Ramos Noa, alias “Hércules”, heredaron el negocio. Pero sólo Choclito sobrevivió: los otros dos también fueron asesinados en el marco de la guerra.
Según testigos reservados, Ruti no sólo habría regresado al país, sino que seguiría al frente de la organización. Por eso el juez Claudio Bonadio rechazó el pedido de exención de prisión presentado por su abogado defensor, Fabio Galante, un ex convicto que se recibió en la cárcel de Devoto.
Ruti fue expulsado del país el 27 junio de 2013. Para Bonadio su posible estadía en Argentina “no sólo demuestra que su situación migratoria es irregular, sino que además permite inferir que cuenta con medios adecuados para ingresar y egresar del país sin ser detectado”.