Parece un set de filmación: hay camiones recolectores de residuos, motos y autos abandonados, desarmados y herrumbrados. La escenografía se completa con grandes cantidades de basura esparcida por todos lados, además de hierros retorcidos y oxidados. Pero se trata de un predio que ocupa todo el bajoautopista de la AU 9 de Julio Sur, en el tramo que abarca tanto la calle Herrera como Gral. Hornos entre Suárez y Benito Quinquela Martín, en pleno barrio de Barracas.
Una recorrida por el lugar permitió corroborar que son antiguos camiones recolectores de residuos de carga trasera y color naranja que nunca llegaron a ser utilizados por la Ciudad. Todas estas unidades, la mayor parte de las cuales se encuentra sobre la calle Herrera, aún tienen en las puertas y en los laterales de las cajas el viejo logo que utilizaba el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, antes de su reconversión en Ciudad Autónoma.
En el mismo predio, además, hay más de un centenar de motos de diferente cilindrada que fueron retenidas en distintos operativos de control vehicular y que nunca fueron retiradas por sus dueños. Allí también se encuentran motos que pertenecieron a los diversos cuerpos de agentes de tránsito porteño y que ya no se utilizan más.
Con respecto a los autos abandonados –muchos de ellos ya están desguazados al punto de quedar solo su chasis–, son usados como resguardo por personas en situación de calle.
Las causas. En el caso particular de los camiones, y de acuerdo con lo que pudo averiguar PERFIL, se trata de unidades que habrían sido compradas entre 2005 y 2007 –cuando Aníbal Ibarra y luego Jorge Telerman estuvieron al frente del Ejecutivo– bajo la modalidad de leasing. Si bien para ello se firmó un contrato con el Banco Provincia, la falta de pago de las cuotas llevó a judicializar el acuerdo, y los camiones quedaron parados y nunca salieron a la calle.
“En el caso de los camiones, heredamos un litigio judicial que se generó a partir de la falta de pago de las cuotas del leasing y que estamos muy cerca de resolver. Es un juicio de más de una década cuyas costas deberá afrontar la Ciudad, más allá de la demanda en sí”, aseguró Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público porteño.
“Apenas podamos sacar toda esa chatarra vamos a intervenir el lugar para crear espacios verdes”, agregó el funcionario.
