Según se explicó, antes de escapar con el botín los ladrones orinaron y defecaron en un pasillo y luego ensuciaron con la deposición las puertas de los diferentes departamentos a los que no pudieron entrar.
El hecho ocurrió esta madrugada en el edificio de nueve pisos situado en Larrea 958, entre Mansilla y Marcelo T. de Alvear, adonde los malhechores entraron con una copia de la llave de la puerta de entrada. Las fuentes policiales detallaron que en ese edificio, denominado Centro Larrea, no hay seguridad privada y que los últimos empleados del lugar se retiraron cerca de las 23 de ayer, mientras el personal de limpieza ingresó pasadas las 6.
Los investigadores determinaron que en ese lapso ingresaron los maleantes sin violentar la entrada, y así accedieron a los diferentes departamentos. De esa manera, los sujetos fueron hasta el primer piso donde forzaron la puerta de un laboratorio de análisis clínicos y robaron dinero y objetos de valor de las habitaciones.
Luego fueron hasta dos consultorios médicos del tercer y cuarto piso, donde abrieron las cajas fuertes con amoladoras y agujereadoras, tras lo cual hicieron lo mismo en dos despachos de audiología y odontología del sexto y noveno piso. En todos los departamentos asaltados los delincuentes forzaron las puertas y, tras revolver los ambientes, robaron dinero, material quirúrgico y herramientas clínicas. Además, según se reveló, los sujetos rompieron objetos de valor y equipos médicos de dos de las oficinas.
Los investigadores determinaron también que los asaltantes tomaron gaseosas y comieron alfajores y golosinas de uno de los consultorios, y en uno de los pasillos, orinaron y defecaron en el piso y luego ensuciaron con esa deposición las puertas de las oficinas a las que no pudieron entrar a robar. El robo fue descubierto poco después de las 6 por una kinesióloga que trabaja en el consultorio médico del tercer piso, quien advirtió que la puerta de su oficina estaba abierta y todo revuelto. Los empleados del edificio relataron ante la policía que hace un mes cambiaron la llave de la puerta de calle por un pequeño desperfecto en la cerradura y por prevención a los robos.
El hecho es investigado por personal de la comisaría 19 de la Policía Federal, con jurisdicción en la zona.