Las primeras experiencias infantiles de manejo de dinero, como recibir un pago por trabajar en la casa o percibir una cuota semanal o mensual, determinan muchas veces qué relación tendrán los chicos con el dinero a futuro y con sus familias.
Por ese motivo, especialistas y educadores piden que se revise ese capítulo de la formación de los chicos y no se les pague por tareas de colaboración en el hogar.
El problema surge cuando se lo hace al dinero portador de otros sentidos, por lo que es necesario preguntarse qué lugar ocupa y qué manejo del dinero tiene uno como adulto, coincidieron los especialistas.
" Los chicos están preparados para usar el dinero cuando pueden dar cuenta de él, es decir, cuando pueden responder por el manejo que han hecho del dinero", dijo a Télam Fernando Osorio, psicólogo, psicoanalista y autor del libro "Violencia en las escuelas".
En ese sentido, Osorio precisó que a los niños "se los ve preparados para administrar dinero a partir de los últimos años de la primaria, cuando empiezan a viajar solos para ir al colegio y su cotidianeidad les empieza a demandar cierta autonomía".
En cambio, el psicólogo rechazó la práctica habitual de "pedirle a los chicos que realicen un trabajo en la casa y pagarles por ello, a manera de iniciarlos en la experiencia del trabajo".
"Los chicos no deben trabajar y las tareas de colaboración deben ser una práctica ligada al amor a su familia y no al dinero", sostuvo Osorio.
El dinero también puede ser un instrumento de poder, de extorsión, de especulación y de coerción dentro del grupo familiar y en muchas ocasiones esa lógica mercantilista queda muy asociada al vínculo afectivo. Para Osorio, se debería revisar muchas prácticas como la de los "premios y castigos", que introducen a los niños en la idea de que "todo es negociable".
"En la esfera de los vínculos afectivos no debería haber otro 'bien' que el amor", concluyó. En ese sentido, la psicopedagoga Susana Passano señaló que "pagar a los hijos" para que trabajen para los padres dentro de la casa "complica y desvirtúa los vínculos parentales".
"Es una práctica que se constituye en una situación algo ajena a lo endogámico, ya que las relaciones laborales pertenecen al mundo de la exogamia, es decir, a esferas extrafamiliares y a la mayoría de edad", dijo la especialista.
Sin ninguna duda, el manejo que los padres hacen del dinero dentro y fuera de la familia se apoya en valores éticos y éstos se transmiten a través de este bien de uso e intercambio. "Gastar más de lo que se gana, endeudarse y no devolver las deudas, son algunas de las expresiones del uso del dinero que hacen los padres y que llevan implícito determinados estilos de vincularse con los otros", concluyó Passano.
Por su parte, Mariángeles Brontese señaló que " después de los cinco años, los niños ya tienen la capacidad para acceder al aprendizaje del uso del dinero, pues manejan los conceptos de cantidad y número".
Pero destacó que "hay que aclararle al niño que no se repondrá el dinero si él lo gasta en otras compras no previstas".
Una mamá de una nena de ocho años confirma este concepto al relatar que "desde que le da todos los meses 20 pesos a Julieta, comprobó que "su hija se mide mucho más con los pedidos y creo que disfruta de una de las primeras experiencias de autonomía".
"No hay que olvidar que la mejor manera de aprender el manejo del dinero, como cualquier otro aprendizaje, es por ensayo y error", señaló Brontese. "Como adultos debemos orientarlos, pero son ellos los que toman la decisión final de cómo gastar y administrar su dinero y son ellos los que frente a un error deben aprender a hacerse responsables de su decisión", concluyó la especialista.
Según Martín Krause, autor de La economía explicada a mis hijos, "el problema aparece cuando nos piden una cuota semanal y dudamos en darles más dinero del que creemos que son capaces de manejar. Krause sugirió mostrar a los niños que el dinero "es un medio de intercambio" no equivalente al concepto de "riqueza" y que es conveniente reconocerlo como "beneficio en cuanto no requiere de la doble coincidencia que demanda el trueque". Y agregó: "la literatura siempre fue para mí un recurso útil para enseñar economía y lo descubrí cuando tuve que explicar cómo manejar el dinero a mis hijos".
Es importante que los chicos entiendan que ciertas cosas tienen valor por su condición de escasez y que por ese motivo en un lugar llamado El Dorado en el cuento El Cándido de Voltaire, el oro no valía nada porque todo estaba hecho de oro.
Fuente: Télam