Por algunos meses, los límites fronterizos entre Santiago del Estero y Salta se volvieron maleables a beneficio personal de un productor agropecuario.
Así lo comprobaron los gobiernos de ambas provincias durante un operativo conjunto en donde descubrieron, con sorpresa, que los mojones que marcan la línea divisoria habían sido corridos de lugar. Luego del hallazgo, inmediatamente se iniciaron las tareas de reubicaron de las marcas fronterizas.
El hecho fue denunciado hace varios meses por los habitantes de la santiagueña localidad de Algarrobal Viejo. El tema se convirtió en una cuestión de Estado para ambas provincias, que ayer movilizaron a policías, técnicos y funcionarios de diversas áreas hasta una zona que está ubicada a más de 350 kilómetros al norte de la ciudad de Santiago del Estero.
Según explicó el fiscal de Estado de esta provincia, Raúl Abate, se trata de una franja de tierra de 17 kilómetros por algo más de 2 kilómetros, donde "se constató el delito en la rotura de los mojones".
El procedimiento fue supervisado por el juez Penal local Abelardo Basbús, quien ordenó la detención de cuatro peones que estaban trazando una nueva picada. Estos habrían declarado que fueron contratados por un productor santiagueño para que realizaran esa labor.
Tanto los santiagueños como los salteños, cuya delegación estuvo encabezada por el secretario general de la Gobernación, Lucas Amado, coincidieron en señalar desde el lugar de los hechos que no existe conflicto alguno entre las provincias, sino que es una acción de un particular que modificó la traza limítrofe en aparente beneficio propio. Las autoridades habrían comprobado que en la franja en cuestión se había extraído madera e ingresado ganado.
Los técnicos de ambas provincias trabajarán durante aproximadamente un mes para restablecer los mojones que fueron destruidos o cambiados de lugar, cumpliendo con el acuerdo de límites que habían sido acordados entre los gobiernos de las dos provincias en 1979, señaló el fiscal de Estado santiagueño.
Fuente: DyN