Una anestesista tucumana fue despedida de los hospitales donde trabajaba en la provincia de Santiago del Estero acusada de sacarse selfies con pacientes desnudos que estaban dormidos en las salas antes de las operaciones y luego, enviar las imágenes a diferentes grupos de WhatsApp. Un vecino de la mujer, cansado de la situación, la denunció ante los medios.
La ministra de Salud santiagueña, Natividad Nassif, confirmó la medida que tomaron contra la profesional, de quien no trascendió aún su identidad: "Se la separó de sus funciones de forma urgente por haber cometido una falta grave”. La mujer vive en la capital tucumana y viajaba dos veces a la semana para cumplir con servicios en los hospitales de Añatuya y Las Termas de Río Hondo, según consignó el medio La Gaceta.
“Estamos esperando los informes de los hospitales en los que esta señora trabajaba. Al tomar conocimiento de la información que se publicó en los medios a nivel nacional, se le inició de manera inmediata un sumario y se la separó de sus cargos. Estamos en medio de la investigación”, agregó la funcionaria. Nassif especificó la médica había sido contratada por el sistema de salud de esa provincia para que cumpliera tareas como anestesista, ya que no había profesionales de ese rubro. “Hay una cuestión ética, una responsabilidad penal y ética profesional. Es grave la situación con esta persona”, completó.
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El subsecretario César Monti dio más detalles más sobre la situación: “La médica está bajo sumario y suspendida en sus funciones por posible violación a la Ley, como corresponde en este tipo de hechos”, explicó.
La denuncia. Un hombre, de quien tampoco se reveló la identidad, fue el que envió las imágenes al diario Crónica. También contó que es vecino de la acusada y tomó la determinación de exponerla ante los medios, cansado de recibir en el grupo de WhatsApp del consorcio las fotos. En la mayoría de las imágenes se ve a los pacientes desnudos. El denunciante agregó que varios integrantes del grupo le habían pedido a la médica que dejara de compartir esos archivos, pero ella nunca lo dejó de hacer. “Lo mandaba como broma a los chicos. Por ejemplo, sacaba fotos de unos pechos grandes y nos decía que era un regalo para nosotros”, aseguró.
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Mientras debía hacer su trabajo, la anestesista fotografiaba no sólo a mujeres y hombres desnudos que estaban anestesiados recostados en la camilla, sino también a bebés que eran huérfanos y según el relato de este testigo, ella decía que se los llevaría a su casa.
Repudio. El vecino reveló además que en una ocasión la anestesista se fotografió junto a una mujer que tenía problemas de audición y habla, y después de que los integrantes del grupo de WhatsApp le dijeran que parara con el envío de estas imágenes porque era algo inapropiado, su respuesta fue: “No importa porque es sorda y muda, nunca se va a dar cuenta de lo que estoy haciendo”.
El denunciante aclaró además que, al parecer, los integrantes del grupo no viralizaban las imágenes. “Si pasaba eso, el escándalo hubiera sido mucho mayor”, concluyó.
F.D.S/F.F.
