“Traé tu pendrive o dispositivo móvil y mandate los e-books a tu mail”. Así invitan los organizadores de la primera feria del e-book en Argentina, que se realiza hoy en Casa Brandon (Luis María Drago 236), donde editoriales independientes harán lecturas, presentaciones y conversarán con aquellos que quieran aprender todo lo referido a libros electrónicos, sus formatos y sus dispositivos.
Entre los principales beneficios del e-book –cuyo su desarrollo comenzó en 2010– se cuenta que “la distribución pasa a ser universal, los libros no se agotan y el costo de producción es muy reducido”, explica Mariano Blatt, de la editorial Blatt & Ríos, que organiza la feria junto a su socio, Damián Ríos. En los tres años que llevan trabajando con e-books su crecimiento ha sido notable: mientras que el año pasado vendieron 300 libros digitales (en tiendas como Amazon o Bajalibros), en lo que va de 2013 ya vendieron mil.
“Tu público es el mundo, es una revolución en términos editoriales”, resume Lucas Oliveira, de Funesiana, otra editorial que en la feria estará dando una charla con Creative Commons para entender cómo preservar los derechos de autor entre tantas descargas. Los precios, que no superan los veinte pesos, y la posibilidad de llegar a lugares adonde el papel no llegaría son las principales causas de su crecimiento. “Con esos costos permitís que la gente compre libros aunque sea por intriga, y así se cae en nuevos autores”, agrega Sebastián Morfes, de Determinado Rumor, editorial dedicada a la poesía. Sus descargas son libres, y uno de sus títulos llegó a tener siete mil, algo que en papel hubiera sido poco probable. “La idea de la editorial viene por la cuestión del acceso libre, de generar un catálogo que pueda circular y construir una cultura de compartir”, dice.
Lo mismo hace Cecilia Espósito, de Los-proyectos, que apuesta a los relatos de ficción breve, aquellos que pueden leerse en un viaje en colectivo. “La distribución libre es una apuesta para generar empatía con el público lector. La idea es que puedan leerlo muchas personas”, dice. En ambos casos se pueden hacer donaciones, algo común en la cultura del software libre.