Se suspendió el desalojo en Pompeya

Guardias de Infantería se aprestaban esta mañana a cumplir una orden judicial para el desalojo de 80 familias que no tienen vivienda y que ocuparon un terreno abandonado en el barrio de Pompeya, cuya propietaria consiguió la orden judicial para recuperarlos, aunque luego de horas de tensión decidió permitir que los ocupantes se queden en el predio hasta febrero.

La mayoría de los ocupantes son madres solteras y en el lugar se pudieron ver una gran cantidad de niños de corta edad. Propusieron pagarle a la dueña un alquiler y habían adelantado que no se retirarían del lugar. “No nos vamos a ir”, habían asegurado, por lo que se presumía que el desalojo podría ser violento. Finalmente , la medida se suspendió por decisión de la dueña que les dio tiempo hasta febrero, aunque no aceptó el pago de un alquiler. El gobierno porteño se encontraba realizando un censo para reubicar a las familias.

Un vocero de los manifestantes había dicho esta mañana al canal de noticias Crónica TV: “Si nos dejan en la calle vamos a tener que ir a dormir abajo del Puente Alsina”, al tiempo que informó: “Hicimos una propuesta para pagarle a la dueña un alquiler de 6000 pesos con los subsidios que nos prometió el gobierno de la Ciudad, pero hasta ahora no hubo respuesta”.

Trascendió que la autoridades porteñas ofrecieron un subsidio de 200 pesos mensuales para cada familia durante 9 meses, cifra que los ocupantes consideraron “insuficiente”. " No al desalojo, vivienda digna", reza una bandera colgada en una pared del predio.

“ El predio estaba abandonado, hubo en algún momento una fábrica de monedas truchas, nos dimos cuenta porque había pedazos de moneditas en el suelo”, detalló el ocupante.

Un cura que participa de la ocupación llamo a “mantener la paz, ya que somos todos hermanos”, al tiempo que llamó la atención sobre “la gran cantidad de madres solteras con hijos que no tienen a donde ir a vivir”.

El terreno está entre las calles Río Cuarto y Mar Dulce, donde un grupo de familias se instalaron y levantaron precarias casillas. En el lugar, que queda a sólo unos metros del Riachuelo, había un descampado en donde familias sin techo montaron viviendas con chapas, plásticos, madera y cartones.

La orden de desalojo de las casi 200 personas que integran esas familias de ocupantes fue dictada por el juez Omar Fasciutto.

Una gran cantidad de efectivos de la Guardia de Infantería fuertemente armado esperaba las órdenes para consumar el desalojo que finalmente fue suspendido hasta febrero.

Fuente: DyN