Diez personas, entre ellas cinco argentinos y un ciudadano de origen español, fueron detenidas acusadas de integrar una banda de narcotraficantes. Se secuestraron casi media tonelada de marihuana, más de 20 kilos de cocaína y más de 40 kilos de precursores químicos.
La mayor cantidad de droga fue encontrada el pasado miércoles 18 en el interior de una camioneta Ford Ranchera y un VW Vento que fueron interceptadas en el peaje de la ruta 9 en la ciudad bonaerense de Lima. Los vehículos eran seguidos por la División de Investigaciones de la Metropolitana y allí los efectivos hallaron 352 ladrillos de marihuana.
Luego se ordenaron 15 allanamientos simultáneos y en una casa de Cañuelas, que funcionaba como cocina de drogas, se secuestraron 21 kilos de cocaína de máxima pureza, 46 kilos de precursores en polvo y varios litros de otros precursores líquidos como acetona, acido clorhídrico, bicarbonato y éter, entre otros. Además, diez personas fueron detenidas: cinco argentinos, cuatro paraguayos y un español con documentación apócrifa. “Este operativo insumió tres meses de investigación, con seguimientos y con un trabajo de campo muy importante donde se desbarató una gran banda internacional que vendía cocaína y marihuana”, afirmó Martín Ocampo, ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad.
Operatoria. El líder de la banda, “el Gordo” Luis (tenía un pedido de captura internacional por tráfico de estupefacientes desde 2011), está acusado de comercializar marihuana, que tras ser compactada y fraccionada se vendía en Tucumán. Luego con las ganancias se adquiría cocaína de máxima pureza en Salta que era llevada a la “cocina” de Cañuelas para ser cortada y estirada para aumentar su rendimiento.
El “cocinero” es un español, conocido como “el Gallego”, sobre el que pesan varios pedidos de captura. Por él es que el operativo se bautizó “Paella”.
