El fenómeno no es nuevo en absoluto. El premio más importante que se da en Francia a la actividad periodística lleva el nombre de Albert Londres en honor de quien escribiera el libro El camino de Buenos Aires, en 1927. El volumen es el fruto de la investigación que realizó al respecto de la Zwi Migdal, una mafia que en la década del 20 importaba chicas de Polonia para alimentar su extensa red de burdeles.Para documentarse visitó con cartesiana meticulosidad los lupanares de San Fernando, Avellaneda, Rosario, Córdoba y Mendoza.
En su Galería de ladrones de Buenos Aires, de 1887, Fray Mocho revela que muchos de los amigos de lo ajeno retratados por él encontraban refugio y solaz en algunas de las muchas casas de citas que albergaba la ciudad. Las crónicas de la época colonial ya daban cuenta de la presencia de numerosas damas de vida alegre en la aldea. La tradición sostiene que la música porteña por definición, que hoy atrae a miles de atildados turistas europeos, el tango, nació en los quilombos.
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