Quienes decidieron ayer almorzar, cenar o simplemente tomar algo en algún bar de los barrios de Palermo o Recoleta, seguramente presenciaron los operativos para controlar el cumplimiento de la nueva norma antitabaco. Los que optaron, por cercanía, presupuesto o simple elección, entrar a algún otro bar o restaurante del resto de la Ciudad, no tuvieron sorpresas.
Es que los diez equipos de inspectores de las direcciones de Fiscalización y Control, de Control de la Calidad Ambiental y de Higiene y Seguridad Alimentaria controlaron el cumplimiento de la ley sólo en los barrios de Palermo y Recoleta.
"En dos lugares, uno de ellos la confitería La Biela (en Recoleta) se encontró gente fumando en abierta violación de la ley", señalaron los voceros mientras que agregaron que en el " Hotel Alvear Palace se encontró falta de señalización con la prohibición de fumar y falta de libro de quejas". Aunque no trascendió el monto de las multas.
Tampoco trascendió si la norma se cumple en los distintos locales de Constitución, San Cristóbal, Villa Urquiza, San Nicolás, Parque Partricios, Balvanera, Parque Chacabuco, Caballito, Flores, Floresta, Villa Crespo, Pompeya y el resto de los barrios porteños.
En cuanto a los paseos de compras, los inspectores tampoco se desviaron demasiado de su recorrido: inspeccionaron Patio Bullrich, Alto Palermo y Village Recoleta. En los tres casos "se verificó que se cumplía con todos los aspectos que plantea la ley".
En tanto, la diputada porteña Paula Bertol (PRO), impulsora de la flamante ley, recorrió también el barrio de Palermo para " concientizar a los vecinos sobre el daño" que provoca el cigarrillo, informaron sus voceros mediante un comunicado.
Bertol visitó " comercios de la avenida Santa Fe y el shopping Alto Palermo", donde repartió folletos para proponer " una vida sin humo" y explicó que la norma apunta, entre otros objetivos, a "proteger a las personas contra la exposición involuntaria al humo de tabaco ambiental".
La prohibición de fumar en bares, restaurantes, supermercados, centros de diversión y otros espacios cerrados establece que sólo se puede fumar en lugares de más de 100 metros cuadrados habilitados al público -sin contar cocina, baños y otras dependencias-, en sitios especiales que no superen el 30 por ciento de la superficie total, aislados del resto del local, con sistemas de ventilación adecuados y que no se encuentren en sectores de paso para los no fumadores.
La aprobación de la ley antitabaco 1799 estableció su implementación por etapas, por lo que la primera se inició en marzo de este año con la prohibición de fumar en el sector público de la ciudad, la segunda comenzó ayer en el área privada y la tercera está prevista para enero de 2007 con la erradicación de la publicidad de cigarrillos en todo el ámbito porteño.