En la Ciudad de Buenos Aires, tres de cada diez estaciones de subte no tienen escaleras mecánicas ni ascensores con acceso a la calle, por lo que se convierte en una alternativa imposible como medio de transporte para muchas personas. Además, gran parte de las escaleras mecánicas tienen más de cincuenta años de antigüedad, por lo que sufren desperfectos constantes.
Así se desprende de un informe realizado por la Defensoría del Pueblo porteña, entre diciembre de 2014 y enero de este año, que corroboró que de las seis líneas que operan actualmente, sólo el 33% de las estaciones presenta elevadores que sirven de boca de acceso desde la vía pública y a los andenes; y que sólo el 29% tiene escaleras mecánicas. Además, al momento de realizar el relevamiento, nueve estaciones tenían ascensores fuera de servicio y otras 16, las escaleras; lo que se convierte en una queja frecuente de los usuarios.
En la línea D que va de Congreso de Tucumán a Catedral, por ejemplo, de las cuatro escaleras mecánicas que tiene la estación José Hernández para acceder a los andenes, sólo una funciona. Y en Agüero, otras dos están fuera de servicio. Así, para cualquier persona con movilidad reducida, en silla de ruedas o muletas; una persona mayor con bastón, o una madre con un bebé y cochecito, viajar en subte se convierte en una odisea. Y otras veces es, directamente, imposible.
Sólo la línea H, la última en ser inaugurada, es completamente accesible y cuenta con ascensores y escaleras mecánicas en todas sus estaciones. Mientras que las líneas E y C, en el otro extremo, son las que más inaccesibilidad presentan, ya sea porque no cuentan con ninguna de estas opciones, o porque están rotas.
“Pedimos mejora en el servicio en varios puntos, ascensores que no andan, falta de limpieza, escaleras mecánicas en reparación durante meses y demora en los servicios”, dicen desde Acceso Ya, una ONG que trabaja por la mejora de la accesibilidad en la Ciudad, y que el año pasado hizo un relevamiento del subte. Según sus estimaciones, las líneas C y E son las más inaccesibles, seguidas por la D, B y A.
Desde Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), en tanto, explican que desde que se hicieron cargo del servicio, en 2013, pusieron en marcha un plan de movilidad que llevó el índice de funcionamiento las escaleras mecánucas de un 75% a un 96,3%, aunque reconocen que 31 de las 258 escaleras totales están obsoletas (algunas tienen hasta sesenta años, cuando la vida útil es de veinte), y deben reemplazarse por completo. De esas 31 (diez están en la línea E), nueve estarían listas a fin de año, y las otras veinte serían reemplazadas el año que viene. El costo de reemplazar una escalera ronda los $ 2.500.000.
Una de las trabas que demoraron los arreglos tiene que ver con que muchos repuestos deben ser importados.
“Cuando se pasó el subte a la Ciudad, una de cada cuatro escaleras no andaba. Tras cambiar las obsoletas, mejorará el índice de funcionamiento”, explica Juan Pablo Piccardo, titular de Sbase. En el caso de los ascensores, en tanto, el problema principal no serían los repuestos, sino el vandalismo.
Problema mundial
Analía Barone tiene 30 años. Vive en Palermo, cerca de la estación Bulnes, pero no puede usarla: al no tener ascensor, para ella, que está en silla de ruedas, es inaccesible. “El tren y el subte no cuentan como posibilidad. El colectivo sí, pero siempre acompañada, porque muchas veces no paran”, cuenta. El año pasado, mientras participaba de una actividad en el subte como voluntaria de Acceso Ya, tuvo una situación insólita: quedó “atrapada” en Uruguay, de la línea B, porque el ascensor que salía a la calle no funcionaba. “Tuve que volver a la estación cabecera para salir, no tenía otra manera”, dice.
Es que por su antigüedad, casi todas las estaciones tienen un diseño inaccesible, y algunas directamente no tienen espacio ni para escaleras mecánicas ni para ascensores. Sin embargo, desde la ONG trabajan para que las que sí se conviertan en una alternativa, y se quejan por la demora en el plan de adecuación que tiene Sbase, por el cual para 2020 se incorporarán ascensores y escaleras mecánicas en varias estaciones, como Plaza Miserere, Federico Lacroze, Constitución y Plaza de los Virreyes. Desde Sbase sostienen que los trabajos ya comenzaron en Constitución, por ser la estación con más circulación de pasajeros.