Los equipos de rescate australianos suspendieron hoy la búsqueda de los tres tripulantes del barco encontrado en la costa de ese país, con el motor en marcha, la comida servida sobre la mesa y una computadora prendida lista para ser utilizada por su dueño.
La Policía local aún intenta resolver el misterio del "Kazz II" , el yate que podría haber sufrido el embiste de una marejada que se produjo seis días atrás y haber arrojado a sus tripulantes fuera de la borda del yate, como una de las hipótesis más razonables.
Los medios de comunicación australianos, según cita el diario español El Mundo , indicaron que los tres ocupantes del barco fueron identificados como Derek Batten, de 56 años; Peter Tunstead, de 69 años; y su hermano James, de 63.
El catamarán en el que viajaban, de 12 metros de largo, fue hallado el miércoles a 80 millas de Townsville, en la costa noreste australiana, sin rastro de los tres miembros de la tripulación, que se embarcaron el domingo en Queensland con destino a la costa oeste.
El helicóptero encargado de la búsqueda terminó hoy su trabajo aunque aún permanecen en la zona dos embarcaciones voluntarias de rescate, indicó la policía local, quien sugirió que los hombres podrían haber caído por la borda, ya que, según el equipamiento de navegación recuperado, algo varió el rumbo del barco durante el transcurso del domingo.
Las velas del barco estaban todavía izadas cuando fue descubierto esta semana. Sin embargo, una de ella se encontraba averiada, hipótesis que no se hace más que confirmar las sospechas de los efectivos policiales. Es que los guardias informaron que el motor de la nave se encontraba en marcha, que había un almuerzo servido en la mesa y que una computadora permanecía encendida, mientras la radio y el GPS funcionaban de forma correcta.
En el yate se encontraron tres chalecos salvavidas y el equipo de supervivencia, pero no las balsas salvavidas. Por ese motivo, la nave –que en verdad se llama Kaz II– fue rebautizada como Mary Celeste, un barco fantasma que fue hallado en la costa de Portugal en 1872, y de que ningún tripulante ni pasajero fue hallado jamás.