Trabajadores de la avícola Rasic Hermanos, que vende los pollos Cresta Roja, cortan nuevamente hoy por tercer día consecutivo la autopista Ricchieri, en Ezeiza, para reclamarle al gobernador bonaerense y candidato presidencial, Daniel Scioli, la restitución de recursos prometidos para mantener la empresa.
Los operarios de la compañía, intervenida por la administración sciolista, bloquearon el martes el tránsito desde la 7.15 en el kilómetro 25 de la autopista Ricchieri hasta las 18, cuando se levantó el corte. Los trabajadores de Rasic Hermanos volvieron a manifestarse ayer para denunciar el vaciamiento de la empresa, el atraso en el pago de salarios y el fracaso del "salvataje" del gobierno provincial.
Las recientes protestas en la Ricchieri provocaron un caos vehicular a la altura del predio de la AFA, con filas de automóviles detenidos, y obligó a numerosas personas a realizar a pie, y arrastrando sus valijas, el trayecto hasta el aeropuerto de Ezeiza.
Voceros de los trabajadores dijeron a DyN que repetirán esta modalidad de protesta hasta que "los gobiernos nacional y provincial nos den respuestas" y advirtieron sobre el riesgo "latente" de perder la fuente de empleo. El delegado gremial Cristian Villalba confirmó a DyN que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, analizó el conflicto con los intendentes bonaerenses Oscar Cicco (Ezeiza), Gustavo Arrieta (Cañuelas), Raúl Basualdo (San Miguel del Monte) y Fernando Gray (Esteban Echeverría).
El referente de los trabajadores aseguró que el ministro coordinador les dijo a los jefes comunales "que estaban depositados 20 millones de pesos de la Provincia en la cuenta judicial". "Pero la plata no aparece y lo único que sabemos es que de los 200 millones de pesos para alimentos sólo llegaron 80 millones", sostuvo el gremialista.
Rasic Hermanos comenzó a tener problemas económicos severos a fines de 2013, cuando acumulaba una deuda cercana a los 1.200 millones de pesos. En 2014 se presentó en convocatoria de acreedores y en marzo de 2015 estuvo a punto de cerrar por los conflictos gremiales que derivaron del intento de sus dueños de reducir un 30 por ciento la plantilla de personal, que totalizaba unos 3.000 trabajadores.
Tras gestiones realizadas por Alejandro Granados, ministro de Seguridad bonaerense y hombre fuerte de Ezeiza, donde la empresa tiene sus plantas de faena, Scioli ordenó la intervención de la empresa avícola. Desde septiembre hay un interventor avalado por la Justicia, el dirigente kirchnerista de Quilmes Daniel Gurzi, quien contó con un salvataje económico por parte del Estado provincial.