Desde ayer, Mafalda mira el mundo desde un banco de plaza ubicado en la esquina de Chile y Defensa, en el barrio porteño de San Telmo. Allí, donde nació hace 40 años, fue inaugurada la escultura que homenajea al personaje creado por Quino.
“Estoy muy emocionado y tan abrumado que no se qué decir. Siempre me costó hablar, por eso me dediqué a dibujar", dijo el célebre humorista gráfico, que se sentó y le acarició la cabeza a su criatura, ahora de tres dimensiones.
"Tantas muestra de afecto, de cariño... estoy desgarbado, me han enloquecido. Me emociona mucho. Verme rodeado de todo esto me apabulla muchísimo", agradeció Quino luego de que sus colegas y amigos Miguel Rep, Hermenegildo Sábat y Carlos Garaycochea subieran al escenario para dedicarle algunas palabras. También estuvieron presentes Caloi y el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, entre muchísimos fanáticos.
Eterna. "Mafalda nunca estuvo en otro lado que no fuera acá. El hecho de que esté sentada en la esquina no quiere decir que no haya estado antes", dijo Garaycochea a Perfil.com. Por su parte, Caloi aseguró: "Maflada y Quino, los dos, han sido mis modelos a seguir". Y Hermenegildo Sábat sintetizó las muestras de afecto y reconocimiento cuando habló de su amigo: "Todas las palabras para Quino".
En el homenaje, organizado por el Programa Puertas del Bicentenario del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se le entregó a Quino la primera medalla del Bicentenario (se entregarán 200 en total) y se descubrió una placa recordatoria en la puerta del edificio de Chile 371 con la leyenda "Aquí vivió Mafalda", idea de los periodistas Darío Gallo y Pablo Mancini.
Antes de partir, Quino reconoció estar un poco "impresionado" por dejarla a Mafalda "así solita en la esquina".
(*) Redactora de Perfil.com.
