Las negociaciones entre los representantes de los manteros de Once y el gobierno porteño pasaron a un cuarto intermedio hasta el miércoles, después de casi tres horas de reunión. El diálogo se reanudará antes del mediodía, mientras que el corte sobre la Avenida Pueyrredón, entre Corrientes y Rivadavia, continuaría hasta entonces.
"Hay buena intención del gobierno de llegar a un acuerdo”, dijeron los representantes de los manteros, al salir de la reunión que mantuvieron en la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad, según informó DyN.
El conflicto en el barrio porteño de Balvanera surgió en la mañana del martes, cuando personal de la Policía de la Ciudad se dispuso a desalojar a unos dos mil puestos que se encuentran alrededor de la estación de Once.
Los manteros, que llegaron y se encontraron con el desalojo de sus puestos, armaron una masiva protesta y cortaron la Avenida Pueyrredón. La manifestación tuvo lugar a un mes de cumplirse el año del último desalojo en la zona.
Antes del mediodía, efectivos de la flamante Policía de la Ciudad decidió despejar la zona. Hubo represión, corridas y golpes. Los manifestantes lanzaron piedras y quemaron los contenedores de basuras del lugar. El operativo policial se originó en una resolución del fiscal general de la Ciudad, Luis Cevasco, quien ordenó al Gobierno que “impidiera el establecimiento de los vendedores” en la zona.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires impulsó en el último año distintos operativos contra vendedores callejeros de los barrios de Once, Liniers y Flores, con escaso éxito. El plan del Ejecutivo tenía dos puntas: ordenamiento territorial sorpresivo con acciones policiales nocturnas y negociación para acordar las relocalizaciones.
La subsecretaria de Uso del Espacio Público de la Ciudad, Clara Muzzio, en declaraciones al canal TN, dijo que el operativo policial se realizó en la lucha del gobierno porteño contra "la venta ilegal y la ocupación indebida del espacio público", como se ha hecho en la peatonal Florida, la avenida Avellaneda y otras terminales de transferencia.
Los manteros sostienen que “no quieren trabajar en un galpón", mientras tanto, el corte sobre Pueyrredón sigue afectando el tránsito vehicular en la zona.
