“Ni cumbieros ni floggers” es el eslogan del grupo Los Wachiturros que le dio visibilidad a una nueva tribu urbana: los turros. Con remeras coloridas, piercings en la cara, cejas cortadas a navaja y un baile exótico pero fácil de recrear, esta tendencia parece cautivar a los adolescentes y desconcertar a todos los demás.
¿Pero qué son en el contexto de las tribus urbanas adolescentes? Los wachiturros son el resultado de la conciliación de los floggers y los cumbieros. Los turros son cumbieros en busca de ascenso social y que tienen una rigurosa preocupación por su estética (como los floggers).
“Los floggers eran acosados por los cumbieros. Una vez que conciliaron las diferencias, se fusionaron con la creación de los turros”, aseguró la escritora María José Hooft, autora del libro Tribus urbanas: una guía para entender las subculturas juveniles de la actualidad.
Los especialistas consultados por PERFIL aseguraron que este fenómeno tiene fecha de vencimiento, pero los turros están en busca de un estilo propio y se muestran seguros. PERFIL se reunió con algunos de ellos. Explicaron lo que los distingue de otras tribus.
“Los cumbieros usan ropa deportiva, tienen las zapatillas desatadas, se dejan el pelo más largo que nosotros, bailan de otra manera y sólo escuchan cumbia. Los reggaetoneros usan pantalones y remeras más anchas y el pelo bien rapado”, dijo Jonathan Vitale, uno de los integrantes de otra banda turra en crecimiento llamada Parte Discoteca. Añadió: “Somos una mezcla de todo. Tenemos pantalones de rockeros, pelos que mezclan corte de reggaeton, aros, colores floggers y combinamos la música electrónica con otros ritmos”.
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