A pesar de contradecir el sentido común, ella repite que la noticia no le cambio la vida. Sólo le trajo la tranquilidad de saber que después tantas “peleas”, trámites, causas judiciales y dolores de cabeza, ahora todos los que nunca le creyeron “se van a tener que tapar la boca”.
Claro que también va a poder darse ciertos “gustitos”: “Siempre soñé con tener un cero kilómetro y eso va a ser lo primero que me voy a comprar cuando cobre la plata”, confía entre risas a diario PERFIL. A Eva no le importa el modelo ni la marca, y tampoco si lo usará: “Quizá lo tengo todo el día estacionado”, proyecta contenta cuando imagina que por fin se va a poder comprar esas cuatro ruedas nuevas que quiere desde hace décadas.Más información en la Edición Impresa.