La Justicia identificó a 28 presuntos miembros del cartel colombiano. Entre ellos figuran siete argentinos que cumplían distintos roles.
Para el juez federal Sergio Torres, el médico oncólogo Gabriel Zilli (56) “estaría relacionado con la logística de las operaciones de tráfico, brindando los sitios necesarios para la preparación de los narcóticos y demás elementos para permitir su transporte hasta destino”.
Juan Banesevich (60), a su vez, intervenía “en la arquitectura legal de la operación”. Según las fuentes, contaba “con los medios para poder ingresar la carga burlando los controles aduaneros”.
El abogado Guillermo Heisinger (55) figura como titular en casi todas las empresas sospechadas de lavar dinero para la organización. Luis Batistela sería testaferro de uno de los colombianos implicados y Juan “Toro” Ojeda (45) aparece “vinculado con las maniobras de tráfico directas”. De los siete argentinos, cinco están detenidos y dos se encuentran prófugos: un supuesto testaferrro de un narco, Gustavo Lozzia (49), y Luis Azula (52), un rosarino encargado de la logística.
Un oncólogo y un abogado, entre los argentinos implicados
