SOCIEDAD
UNAS 200 LINEAS NO PRESTARON SERVICIO

Un paro de colectivos complicó a casi dos millones de personas

La medida fue adoptada por el asesinato de un chofer de la línea 56. Trenes, combis, taxis y subtes colapsaron a la hora del regreso a casa.

Contraste. Estaciones de colectivos vacías y carriles particulares colmados, un viernes negro para los usuarios del transporte público.
| Diario Perfil

La Unión Tranviaria Automotor (UTA) decretó ayer un paro sorpresivo de transporte de colectivos en repudio del asesinato de un chofer de la línea 56. La medida se llevó a cabo entre las 12 del mediodía de ayer y las 0 de hoy. En la Ciudad y el Conurbano hubo complicaciones, principalmente por la tarde, en el horario del regreso a casa.

Según datos del sector, casi dos millones de usuarios se vieron afectados por la decisión de la UTA. Los subtes que desembocan en las terminales ferroviarias o comparten el trazado de algunas líneas de colectivos que llegan al GBA, sobre todo en la zona norte de la Ciudad, absorbieron parte de los pasajeros varados, que viajaron hacinados. El paro afectó a los colectivos que circulan por el conurbano bonaerense, pero también a aquellos que ingresan a la Ciudad. En total, unas 200 líneas dejaron de prestar servicio y la medida fue adoptada por unos 35 mil choferes. Sólo 24 líneas funcionaron normalmente, puesto que realizan su recorrido íntegramente por la Capital.

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En un viernes en el que la lluvia y el temporal de viento jugaron un papel fundamental, se produjeron varios atascamientos de tránsito en las principales salidas de la ciudad. Uno de los casos fue por el piquete que se organizó en la avenida General Paz, a la altura de Cabildo. Allí, un grupo de usuarios de colectivos se manifestó en contra del paro y bloqueó el carril de tránsito pesado mano hacia el Riachuelo. La consigna que esgrimieron fue: “Si no viajamos, no viaja nadie”.

En Constitución, por ejemplo, largas colas de usuarios afectados por el paro se vieron desde temprano en las inmediaciones de las paradas de combis que llegan hasta el sur del Gran Buenos Aires. En este sentido, la terminal de combis que se encuentra bajo el Obelisco porteño también se vio desbordada por la cantidad de usuarios.

Los problemas de transporte también se reflejaron en las estaciones de trenes. En el hall central y los andenes de Constitución, el fastidio y el mal humor de los pasajeros se hicieron evidentes con reclamos y resignación.

En las terminales de Once y Retiro también se vieron largas filas de pasajeros que esperaban adquirir el boleto que los llevara más allá de la General Paz.

En Once tampoco funcionaron los colectivos “charters” que hacen habitualmente recorridos directos hacia el oeste bonaerense.

Los servicios de taxis también colapsaron a la hora de transportar pasajeros, y fue casi imposible conseguir alguno libre a medida que las primeras horas de la noche se acercaban. En muchos casos, los viajes fueron compartidos por hasta cuatro personas que, al menos, se dirigían hacia la misma zona del Conurbano.

En un primer momento sólo las líneas 56 y 91 decretaron un cese de actividades, pero apenas se conoció la noticia de la muerte del chofer Leonardo Paz, de 22 años, el sindicato que dirige Roberto Fernández decidió parar por completo el servicio de transporte.

En declaraciones a PERFIL, Fernández precisó que la iniciativa del paro se decidió en reclamo de mayor seguridad al gobierno bonaerense. “Estos hechos de inseguridad no se pueden soportar más. Las autoridades provinciales nos atienden pero no hacen nada al respecto”, expresó el dirigente gremial sobre lo ocurrido.

El hecho sucedió en la madrugada de ayer en el interno 1030 de la línea 56, perteneciente a la empresa DOTA. El chofer murió luego de recibir dos disparos producto de un enfrentamiento entre dos delincuentes que habían abordado el colectivo y un policía de civil que viajaba en el último asiento de la unidad. Voceros de la firma aseguraron que el conductor hacía recorridos junto a otro chofer, ya que estaba familiarizándose con el trazado de la línea que une Villa Celina con Retiro.

Desde el Ministerio de Interior y Transporte, en tanto, sostuvieron que el paro de los choferes de colectivos en la Provincia no es una medida conveniente. Al respecto, Florencio Randazzo afirmó que “no tenía sentido seguir con la medida de fuerza cuando el gremio fue convocado por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires para encontrar una solución al conflicto”.

 

Muerte en la madrugada

De acuerdo con el relato del delegado Claudio Gallucci, el ataque que terminó con la vida del chofer se produjo alrededor de las 4.30 de la madrugada de ayer, cuando un pasajero subió al interno 1030 de la línea 56 en el cruce de la calle Boulogne Sur Mer y la colectora de la autopista Riccheri, en el barrio de Villa Celina.

De improviso, y sin haber sido notada por el chofer, otra persona subió al micro, quien junto a la primera comenzó a robar a los pasajeros. Una de las aproximadamente diez personas que viajaban en el colectivo era un agente de la Policía Federal, que al identificarse como tal los delincuentes comenzaron a disparar.

Dos impactos de bala dieron en el chofer Leonardo Paz, de 22 años y con sólo 15 días en la empresa. Uno le dio en el tobillo y otro en el hombro. El chofer fue auxiliado por el efectivo policial, que junto al conductor acompañante lo llevó hasta el Hospital Piñero, donde horas más tarde falleció.
Por este hecho, un joven fue detenido ayer a la tarde y acusado de ser uno de los dos delincuentes que actuaron a bordo de colectivo.