Una línea recta de la General Paz al Cristo Redentor
Es el corredor bioceánico más importante del país. Durante la década en que la
ruta estuvo interurmpida por la crecida de la laguna La Picaza, los peones de los campos cercanos
subsistieron gracias a la pesca de
pejerreyes.
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Cedoc
La ruta nacional 7, una línea recta desde la avenida General Paz hasta el Paso Internacional Cristo Redentor, integra el corredor bioceánico más importante de la Argentina, aunque 14 kilómetros quedaron bajo las aguas de la laguna La Picaza, entre 1999 y este año.
La llamada Carretera Libertador General San Martín fue creada por un decreto de 1942 y atraviesa las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza hasta la Cordillera de los Andes, donde continúa en territorio chileno como Ruta CH-60.
La ruta quedó cerrada por el avance de La Picaza, que creció de 4 mil a 40 mil hectáreas y dejó sin tierras a decenas de productores de esta zona agrícola, donde cada hectárea suele cotizarse a unos 10 mil dólares. Los peones de campo se transformaron entonces en pescadores de pejerreyes, una actividad que no logró prosperar por falta de apoyo oficial.
El camino quedó cerrado durante la presidencia de Carlos Menem, cuando las aguas cubrieron la cinta asfáltica, y permaneció así durante los gobiernos de Fernando de La Rúa y Eduardo Duhalde, hasta que el último 13 de julio quedaron inauguradas las obras.
El intenso flujo de tránsito para aquellos que necesitaron desde 1999 hacer el recorrido se dividió entonces entre la ruta 8 y un desvío improvisado para dar una solución al problema, que pasó de crítico a crónico, hasta hace unos meses. El presidente Néstor Kirchner, su esposa y mandataria electa Cristina Fernández, y los gobernadores de Buenos Aires Felipe Solá, de Córdoba José Manuel de la Sota, y de Santa Fe Jorge Obeid, habilitaron desde la ciudad de Rufino el tramo de la arteria que permaneció casi una década bajo las aguas. Los vecinos de esta zona comenzaron a ver desde entonces lo que significó la rehabilitación de la ruta, cargada ahora con camiones y micros.
El "cambio generacional" del parque automotor en la última década dio más potencia y velocidad para estos vehículos de carga y de pasajeros, y también para los nuevos utilitarios de los productores, beneficiados por el "boom" sojero.
