Desprenderse de cosas siempre implica un duelo. Hay personas que pueden desprenderse más fácilmente y otras a las que les cuesta más, por su personalidad, como si esos objetos simbolizaran algo importante. Por eso, hay gente que acumula y necesita retener.
En general, hay una dinámica entre las personas que se desprenden fácilmente de las cosas, por la cual piensan que si algo no se usa, es mejor dejarlo partir, sacarse de encima el objeto para decir que esa etapa ya pasó. También están quienes hacen ese corte a propósito, en forma abrupta, como para no pensarlo.
Sin embargo, hacer un cambio de esas cosas que dicen no necesitar por dinero también puede ser una forma de negar el valor simbólico o afectivo que, sin duda, los seres humanos damos a las cosas.
*Psicóloga, miembro de APA.