Cuatro fotos enmarcadas en un solo cuadro, ubicado cerca de la computadora, son las únicas imágenes que Guillermo Manoukian exhibe de su hermano en su casa. “Antes lo tenía hasta en la mesita de luz”, dice. El hábito lo dejó cuando se convenció de que el exceso de recuerdos no dejaría descansar en paz a su hermano mayor.
—¿De qué forma lo afectó el homicidio de Guillermo?
—Fue un antes y un después. Mi vida cambió radicalmente. Los primeros años, hasta el ’85, viví encerrado en mi casa sin salir. Hacía algún viaje para despejarme, porque mi casa estaba vigilada. Y, a partir de que los agarraron, comenzó la lucha por justicia que con el tiempo pudimos lograr. Fue un sacrificio psicológico, físico y espiritual permanente. Mi papá tiene 86 y mi mamá 85. Y hace 33 años que se les terminó la vida. Viven recluidos en su casa, sin tener mucho contacto con el exterior porque el golpe fue tan duro que es muy difícil recuperarse. Es muy doloroso perder a un hijo así, que te lo arrebaten y lo maten. Es demoledor.
—En el trailer de la película se muestra la imagen su hermano encerrado en el baño. ¿Piensa verla?
—Me invitaron a verla y voy a ir. El trailer lo vi en el cine y me superó. Nunca me imaginé que me iba a impactar tanto. La verdad que es muy fuerte, muy duro. Pero es parte de mi realidad y de mi historia. Para mí es un homenaje y la mejor forma de cerrar esta historia.
—¿Cómo fueron las horas en las que su hermano estuvo secuestrado?
—No lo asociás con nada. De hecho, en mi familia ya había antecedentes de un secuestro. En el año ’72 secuestraron al hermano de mi papá y lo devolvieron después de un mes y de haber pagado rescate. En el ’74 lo fueron a buscar de nuevo y lo mataron. Si bien teníamos una experiencia similar, cuando volvió a suceder no sirvió de nada. Cuando pasan estas cosas lo único que tenés en la cabeza es que termine lo más rápido posible y que tu familiar vuelva con vida. Te ponés en manos de ellos, es así.
—¿Cómo tomó la realización de la película y la miniserie?
—Al principio con cierto temor por cómo iban a contar la historia en las dos opciones, pero me junté con las dos producciones y abordaban el tema con seriedad. Para mí es un homenaje a mi hermano y, por otro lado, es de alguna forma cerrar este capítulo nefasto de mi vida después de 33 años.