UNIVERSIDADES
Escuela de Comunicación

Actrices Argentinas: "Apoyamos todos los casos pero elegimos cuáles visibilizar"

Marina Glezer y Melina Melser estuvieron en la Escuela de Comunicación. Hablaron sobre la situación del movimiento, las denuncias de Natacha Jaitt y del ministerio de la Igualdad.

Actrices Argentinas en la Escuela de Comunicación
Actrices Argentinas en la Escuela de Comunicación | Juan Ferrari

La actriz y guionista Marina Glezer junto a la periodista Melisa Melcer visitaron la Escuela de Comunicación de Perfil para compartir con los alumnos de periodismo la actualidad del Colectivo de Actrices Argentinas, grupo que integran activamente. En su exposición afirmaron que “colaborarían de forma voluntaria con el Observatorio de la Mujer”, negaron el abandono a Natacha Jaitt y confesaron que son víctimas de operaciones por su defensa a la ampliación de derechos.

- ¿Qué balance hacen de la conferencia que realizaron el 12 de septiembre?

Melisa Melcer: La conferencia de prensa fue hace muy pocos días y todavía no nos reunimos en asamblea para analizar el impacto. Pero, a diferencia de la denuncia de Thelma Fardin, en esta oportunidad recibimos 60 adhesiones de distintas colectivas y eso generó un salto cualitativo a nivel social. Con el caso de Anahí de la Fuente, quién sufrió acoso, maltrato y abuso dentro del Centro Cultural San Martín, intentamos visibilizar lo que les sucede a muchos trabajadores. Fue algo paradigmático porque vincula los delitos con la educación, la cultura y el Estado, ya que el acusado es el exdirector del establecimiento, que también es titular de una cátedra de la Universidad Nacional de Arte y otra facultad privada. Asimismo, los agravios no se producen sólo en el rubro artístico, sino que pasa en cualquier espacio laboral.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

- Entre las adhesiones se encontraba la de una organización que pedía la liberación de Marcos Bazán, acusado de asesinar a Anahí Benítez en 2017. ¿Apoyan esa causa?

Melcer: Involucrarla fue un error, en el apuro de realizar el comunicado incluímos a la organización y como no podemos estar en todo ni somos heroínas, asumimos que nos equivocamos. De todas maneras, Marcos Bazán está acusado de asesinar a una mujer, pero la hipótesis señala que él es un perejil porque se está encubriendo a una red de trata.

Marina Glezer: No queríamos ser parte de esta situación, pero cuando uno hace se equivoca y esta vez le pifiamos. Es cierto que también tenemos muchas filtraciones, operaciones y gente en contra de la ampliación de derechos que nos da pelea. Tienen energías muy ligadas a la religión y las críticas son una consecuencia de que exigimos la separación de la Iglesia y el Estado. No quiero confrontar, pero nos tienen en el foco porque creemos que el catolicismo no debe recibir recursos económicos ni tener injerencia en la salud, la cultura y sobre la población más vulnerable. También me atrevo a afirmar que en 1976 hubo un golpe cívico, militar y eclesiástico porque su labor fue fundamental.

- ¿En algún momento tuvieron diálogo con la Iglesia?

Glezer: No, pero le mando muchos besitos a Francisco porque me parece un Papa re copado. Sin embargo, siento que la Iglesia tiene que hacer una grandísima autocritica porque los abusos de poder que se cometieron a lo largo de la historia siguen impunes, ya que la fe es ciega y los devotos perdonan.

- Afirman que no pueden estar en todo, pero ¿por qué no se visibilizaron las denuncias de Natacha Jaitt?

Melcer: Nunca dudamos de ella. Hubo compañeras que se comunicaron con ella y le pusieron el pecho a la situación, pero ella tenía exigencias que como colectivo no podíamos responder. Cada comunicación telefónica que teníamos con Natacha, aparecía en Twitter dos minutos después. Era mucha exposición y estábamos un poco temerosas de hablar algo que no era para ser publicado. Realmente lo debatimos, qué hacer, cómo salir y también estamos siendo muy cuidadosas de no incentivar el circo mediático porque lo importante era otra cosa, las denuncias que ella realizaba involucraban hasta al actual Presidente. Por último, quiero aclarar que, si bien no era requisito, tampoco se acercó a ninguna reunión para compartir un momento con nuestro grupo.

- Teniendo en cuenta también las acusaciones de Florencia de la V y Valeria Bertuccelli, quienes afirmaron haber sido víctimas de agravios, ¿cuál es el criterio para apoyar las causas?

Gelzer: Nosotras apoyamos todas las causas, no hay feminismo selectivo. El día que Bertuccelli denunció a Ricardo Darín fue en pleno debate en Diputados por la legalización del aborto, y estaban todas las energías puestas ahí, no queríamos que se opaque la situación y además, teníamos sólo tres meses de “vida”. También el tema fue muy difícil porque él tiene muy buena relación con muchas integrantes del colectivo. En cuanto a las acusaciones públicas, tanto la de Thelma como la de Anahí las realizamos para visibilizar problemáticas que afectan a una parte importante de la sociedad.

- En caso de que Alberto Fernández gane la elección presidencial y cree el ministerio de la Igualdad, ¿están dispuestas a participar?

Melcer: Es un ejercicio constante para nosotras no vincularnos políticamente con ningún partido como colectivo. Sin embargo, de forma individual, si una artista quiere hacerlo, es totalmente libre de participar. También estamos dispuestas al consenso con gente de todos los espacios. Tal como hicimos durante los debates en diputados y senadores, capacitando a los funcionarios sobre las problemáticas del aborto, y trabajando para impulsar la Ley Thelma, la Ley Micaela y la implementación de la Educación Sexual Integral, queremos seguir ayudando. Somos un ejemplo claro de la anti-grieta, todas pertenecemos a distintos sectores políticos, pero con mucho compromiso para la ampliación de derechos.

- ¿Qué faltó para que se apruebe la legalización del aborto?

Gelzer: - Un Poder Legislativo que esté a la altura de una sociedad que exige permanentemente políticas de Estado que nos defiendan, nos amplíen derechos, nos garanticen salud, educación y trabajo. Son cinco pilares fundamentales de los derechos humanos. Si los funcionarios no están capacitados para gobernar que no gobiernen, porque son incompetentes y nos perjudican.

 

Por Pilar Padula y Patricia Manni

(Alumnas de primer año de la Escuela de Comunicación)

Producción: Adriana Vanoli
(Alumna de segundo año de la Escuela de Comunicación)