La actriz, cantante y productora, Flavia Palmiero, fue entrevistada por los alumnos de la carrera de Periodismo de Editorial Perfil, en el marco del Ciclo de Entrevistas que organiza la Escuela de Comunicación. Con una presencia en los medios de más de 35 años, Palmiero opinó sobre el negocio de la televisión, reflexionó acerca de su vida personal y sobre el empoderamiento de la mujer. También hablo de su pasada relación con Franco Macri: “Acá siempre te juzgan, pero me acostumbré”.
-¿Qué opinión tiene sobre el empoderamiento de la mujer y sobre las denuncias de acoso y violencia de género?
-A mí me preocupa que se esté generando otra grieta en la sociedad, entre hombres y mujeres. Por qué plantear que a los hombres no hay que escucharlos, que solo hay una campana. Los hombres también han tenido problemas de acoso, de parte de otros hombres o mujeres, y de eso no se habla. No me gusta para nada la palabra empoderamiento, creo que el mundo sería aburrido si fuésemos sólo mujeres o sólo hombres. La condición sexual que cada uno elija es un tema de cada uno. Además, no todo es violencia de género y no todo es acoso. Creo que no se explica bien cuáles son y cuáles no. A veces, cuando salen noticias sobre esto, automáticamente ya se juzga y se escucha una sola campana. Mientras a la otra parte no se le da lugar a escucharla.
¿Se siente juzgada por haber tenido una relación con Franco Macri?
-Acá te juzgan por todo, en el mundo es así. Me molesta que juzguen las elecciones que uno hace. Uno es libre de hacer lo que quiera en la vida. Como persona pública, he dado las explicaciones correspondientes, porque yo no me hice pública por una relación, yo me hice conocida a mis 17 años. El problema es si me juzgo yo, ahí estamos en problemas. Lo peor que uno puede hacer es juzgarse uno mismo, coartarse su libertad y no respetarse. Mientras uno se respete a uno mismo, está todo bien.
-¿Cambió la televisión en cuestiones presupuestarias?
-Nunca hubo presupuesto en la televisión. Si vos vieras como hacíamos las novelas con Romay (ex dueño de canal 9) hace 30 años, y teníamos 25 puntos de rating. Yo discrepo con lo del presupuesto. Por ejemplo el mundial en mi época nadie iba, no se pagaba noteros, camarógrafo e invitados. Ahora son canales enteros que viajan y eso es un alto presupuesto.
-¿El negocio de la televisión ha cambiado con el ingreso de los instragramers o los influencers?
-La televisión nunca fue un gran negocio, era una vidriera muy importante para que vos vivas del teatro, de los discos, etc. La publicidad no tradicional sostenían los programas, pero la televisión siempre tuvo costos muy difíciles de afrontar, y nunca se ganó tanto. Hubo una época de oro, de la que formamos parte, donde protagonizabas una novela y tenías un sueldo importante, pero tenías que tener éxito. Y el éxito era de 18 puntos de rating para arriba. Los productores eran los mismos canales, no estaba tercerizado. La televisión cambió, hoy en día te contratan personas que traen sponsors y es lo más bueno que pueden tener en un programa, pero de ahí a que las personas lo miren, no lo sé. Desde hace seis u ocho años del prime time se fueron diez puntos de rating. Hay responsables, me parece que no se le está dando a la gente lo que quiere ver. A mí la gente me dice “estamos hartos de tanta pelea en la televisión”. Es mucho más barato producir un programa de panel que una novela, obviamente.
-En una entrevista comentó que durante la era K fue vedada.
-Si, lo comenté muy por arriba. Pero no quiero anclarme en eso. Se me escapó en una entrevista. Fueron dos o tres años terribles.
-¿Qué se destrabó para que haya podido empezar a trabajar nuevamente?
-No tengo idea. Lo que pasa es que yo no hacía nada a favor, ni en contra tampoco. Era neutra total. Pero desgraciadamente se la tomaron conmigo, como con mucha gente. Lo que yo piense en privado, es un tema mío. No me gusta que sea así. Pero porque soy una mina totalmente neutra, respetuosa, laburadora y a mí me costó entender. Me di cuenta que no sonaban los teléfonos, que me sacaron de todos lados y que realmente me hicieron un lío. Pero no importa, ya pasó.
-¿Cómo la marcó el abandono de su padre?
-Quizás el hecho de salir a formar una familia a los 20 años, fue un poco por la familia que no pude tener de chica y también hay una carencia importante de un papa que me hubiese encantado tener y no tuve. Cuando uno sufre muchas cosas de chico, también las padece de grande. Un día tenía la familia perfecta y al otro día no la tuve más. Quiero aclarar que mi padre no me abandonó, sino que fue una situación de separación de las de antes. Que se mataban y que uno quedaba a un lado, que él se iba y no se hacía cargo, te venía a visitar, por ahí, cada tres meses, o que festejabas tu cumpleaños y él no aparecía. No fueron normales muchas cosas que me sucedieron. Tengo el ejemplo de una mamá muy fuerte, porque mi madre salió a lucharla. Después, el tiempo fue curando todas esas heridas y uno también elige ese camino para curarlas.
Sol Laila Gómez, Agustín Cordero, Marcelo Magallanes y Leandro Serby.
(Alumnos de Primer Año de Periodismo - Escuela de Comunicación de Editorial Perfil)