UNIVERSIDADES
Marca internacional

Nueva Cátedra Argentina en Portugal

Para incrementar la presencia de estudiantes de nuestro país y dar a conocer sus tradiciones, historia y música, desde este año la Universidad de Lisboa incorpora una asignatura extracurricular.

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Estudiantes | cedoc

Desde marzo de este año, la Universidad pública de Lisboa incorpora una Cátedra Argentina para difundir costumbres e historia de nuestro país. Al respecto, el embajador argentino en Portugal, Oscar Moscariello, destaca que esta nueva iniciativa –que resulta de una colaboración entre la Embajada argentina y el Instituto Universitario de Lisboa– establecerá un nuevo punto de encuentro entre personalidades e instituciones de ambos países. En España, también se encontraba la cátedra Domingo F. Sarmiento en la Universidad de Salamanca.

—¿Cómo surgió esta idea?

—Argentina es reconocida en el mundo por su carne, el tango y el malbec. Me parece que tenemos otros aspectos de la vida para ofrecer como marca. La incorporación de las cátedras argentinas es una manera de entrar en la idiosincrasia de los pueblos a través de este sesgo porque si hay un faro que ilumina las mentes es la educación. Al principio, esta cátedra iba a ser orientada a las ciencias sociales, la historia de las instituciones y la relación de Portugal con la Argentina. En el transcurso fue tomando cuerpo la posibilidad de incorporar otras disciplinas como gastronomía y música, donde participará el Polo Bandoneón. Justamente este seminario está planteado para julio, cuando se dan los cursos de verano, que participan alumnos de todas partes del mundo, a través del intercambio por Erasmus. Al principio, pienso que será opción extracurricular y si concita el interés del alumnado, es probable que se incorpore al currículo. Este programa consta de determinadas horas cátedra –a confirmar– y será dado por el personal de la Embajada (la parte institucional) y las clases magistrales, por profesores invitados.

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—En el aspecto educativo, ¿cómo se posiciona argentina en Portugal?

—Creo que hay un potencial muy grande para fortalecer las relaciones bilaterales en el campo educativo, sobre todo a nivel universitario. Estoy seguro además de que es inevitable reforzar el intercambio de estudiantes, profesores y de contactos entre los centros de investigación de ambos países. Tanto en las ciencias sociales como en la tecnología. Es que la mirada de los portugueses sobre la Argentina y sobre la América Latina es de mucho afecto y admiración. En efecto, Portugal fue el primer país en reconocer la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, en 1821.

—¿Cuál es la participación de estudiantes argentinos en Portugal?

—Yo he detectado argentinos en Porto y en Lisboa, pero son muy pocos. Vamos a tratar de incentivar esa participación a través del intercambio. Ya el hecho de viajar, conocer y ver el crecimiento intelectual de los jóvenes es fantástico. No encuentras un estudiante europeo que no domine tres o cuatro idiomas. El poder comunicarse es el primer paso para crecer intelectualmente. Son aspectos a explorar. Cuando uno habla de educación, piensa siempre en algunos países como que son la fuente de la sabiduría pero en otros lugares también hay reservorios que pueden despertar intelectualmente a un joven. El programa que los europeos han elaborado con Erasmus ha tenido un éxito extraordinario. Algunos países de menos nivel educativo han madurado mucho a través de ese intercambio.

—¿Cómo es la educación universitaria portuguesa?

—Tiene una educación de muy alto nivel en contenido. Es muy competitiva. Veo que han puesto mucho foco en el tema educativo; de hecho, en las Evaluaciones PISA está bastante bien evaluados, hay una cantidad de estudiantes extranjeros interesados en estudiar en Portugal. En la universidad, un 22, 23% del alumnado es extranjero. No sólo de países de Europa sino también de otros como China. El funcionamiento en las universidades privadas tiene un lugar importante, pero las estatales son de un alto nivel. Dentro del presupuesto anual de las universidades estatales, solamente el Estado cubre el 40%, el resto son auspicios de una interacción que tiene con el sector privado. Ahora, están en auge las escuelas de negocios y los posgrados están calificados a nivel internacional como muy competitivos. Son muy rigurosos en los ingresos y cupos. Hasta ahora, han demostrado tener un excelente resultado.

—¿La educación argentina se puede comparar con la de Portugal?

—No es mi especialidad. Nosotros tenemos mucho para dar porque las universidades argentinas se han destacado, son competitivas. Tal vez tenemos un nivel de atraso en la incorporación de metodología o de la utilización a pleno no sólo metodológica, sino también en tecnología. Argentina no tiene nada que envidiar. Ha tenido una larga tradición, es problable que hayamos quedado rezagados en muchos aspectos, pero no son cosas que no se puedan corregir rápidamente. El funcionamiento histórico que ha tenido la universidad argentina con su autonomía, creo, ha posibilitado que surgieran talentos altamente calificados en todo el mundo.