El hermano del padre de Sheila, Martín Ayala, había hablado hace 48 horas con Crónica TV, apuntando sus sospechas a la madre de la nena, y señalando que la desaparición de la nena podía deberse "a las deudas por droga de la madre".
En ese mismo tono acusatorio, Ayala había afirmado sobre la madre de Sheila: "Cuando se la llevó la Policía para que declare, no se caía ni una lágrima", afirmaba. Asimismo, se había mostrado confiado en que la nena aun estuviera con vida.
Por otra parte, Ayala había destacado: "La madre tiene que hablar", agregando que el padre de Sheila pensaba lo mismo que él.
"Cuando la Policía la llevó a declarar no se le caía una lágrima" decía el tío de Sheila de la madre de la niña.
"Se la llevaron de acá adentro, fue un familiar de ella, de parte de la mamá. De nosotros no creo, no creo que seamos alguien para secuestrarla. Nosotros no somos así", había enfatizado el tío.
Respecto de la relación de Sheila con su mamá, Martín Ayala que "ella no la dejaba salir a jugar" y que, supuestamente, "cuando se portaba mal le pegaba". Además, aseguró: "Le hacía vender empanadas a Sheila y hace una semana se la entregó al padre con los documentos para que viva con él".
Firme en su supuesta teoría, el ahora acusado repetía y enfatizaba: "Es lo que están diciendo todos, acá hay conclusiones de que es una deuda por droga". Además, añadía que la abuela materna también sabía algo. En una entrevista brindado el día anterior, al mismo medio, Ayala afirmaba que tanto él como toda la familia del padre de la chica estaban "desesperados".
Por su parte, el padre de la chica, Juan Carlos Ayala había asegurado a los medios: "La madre me dijo que me iba a hacer algo que no me iba a olvidar pero yo no le di importancia porque siempre amenazaba con lo mismo".
