En mayo del año pasado, la petrolera española Repsol anunció que tenía intenciones de vender entre el 15 y el 20 por ciento de las acciones de su filial en Argentina. La noticia fue suficiente para disparar todo tipo de especulaciones. Una buena parte del arco opositor salió a denunciar públicamente un acuerdo entre el Gobierno y el titular de la compañía, Antoni Brufau, para traspasar esos activos a empresarios locales. Por esos días, circulaban los nombres del empresario patagónico Cristóbal López, Alejandro Bulgheroni (Bridas) y de la multinacional Techint.
Según estas versiones, la operación sólo beneficiaba a la petrolera, que tiene intenciones de retirarse de forma gradual del mercado argentino porque dentro de sólo ocho años se agotan las reservas del país. A cambio, el Gobierno podría “vender” esa transacción como una “renacionalización” de la petrolera. Nada de esto sucedió y los rumores se extinguieron a fines del año pasado, cuando Brufau descartó públicamente la iniciativa.
