Donald Trump prometió ayer demandar a todas las mujeres que lo acusaron de agresión sexual, y denunció la campaña de Hillary Clinton y al Partido Demócrata por orquestar esas quejas. “Cada una de estas mentirosas será demandada una vez que pase la elección. Espero con mucha ansia hacer eso”, aseveró el empresario.
“Cada una de las mujeres mintió cuando apareció para dañar mi campaña”, disparó, visiblemente molesto tras su caída en los sondeos. Diez mujeres denunciaron al multimillonario por haberlas agredido sexualmente, semanas después de que se dio a conocer una grabación de 2005 en la cual el ex conductor de televisión se ufanaba de tocar y besar a mujeres sin su consentimiento. El candidato republicano a la presidencia negó todas las acusaciones y declaró que algunas de esas mujeres no eran suficientemente atractivas para que él quisiera perseguirlas.
La amenaza de Trump ensombreció el enfoque que pretendía para su discurso en Gettysburg, Pennsylvania, donde presentó la agenda para sus primeros cien días en la Casa Blanca. Entre el paquete de medidas anunciadas, prometió congelar la contratación de trabajadores federales y etiquetar a China como nación manipuladora de divisas.
Antisistema. “Vamos a sanear la ciénaga que es Washington y colocar en su lugar un nuevo gobierno, del pueblo, para el pueblo y por el pueblo”, arengó el magnate en un mitin en la ciudad histórica de Gettysburg, Pennsylvania, evocando el famoso discurso de Abraham Lincoln de 1863. “El cambio tiene que venir desde afuera de nuestro quebrado sistema”, agregó ante miles de seguidores.
“Nuestra campaña representa el tipo de cambio que sólo llega una vez en la vida”, agregó en su discurso de 45 minutos, en el que, a diferencia de sus habituales improvisaciones, leyó un texto.
Entre otras cosas, prometió crear “al menos 25 millones de empleos en una década”, contener la inmigración ilegal, renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta) y revocar la reforma de salud promulgada por Barack Obama.
