SOCIEDAD
SEMANA 14 DE 2011

Dieta de Carne para Todos

default
default | Cedoc

Toda biografia pasa factura y la mía me la cobra con relámpagos de ciático al contado. Privada como es, mi dolencia sólo es noticia en mi metro cuadrado. Aunque, justo es decirlo, "en su etiología" (como diría un docto) hay más factores. Mi anatomía es privada solo a medias. En ella también influye la "salud" pública que me rodea y embola mi stress. Gobierno insolente, oposición aturdida, piquetes súbitos, homilías imbancables (Duhalde,Timerman, Conti, Gioja, etc.) desactivan el efecto de la farmacopea que pudiera mitigar mis ¡ay!. Porque joder, joden. Y siendo que existe un Ministerio que es de "Salud Pública" ¿cómo no mide la medicina la radiactividad que se desprende de la dinamitada Constitución, de los decretos de Necesidad y Urgencia, de los Pulitzer de "6,7,8", de las volteretas radicales, la inmadurez de la Coalición, y así.

Esta, apenas breve muestra de la lista incordiante de exabuptos sociales que agudizan las nanas de mi molestam senectutem. Es que ambos (lo óseo y lo público) se ecualizan, potencian y joroban a dúo. Moyano que se propasa, fémur que se disloca. Macri que blablea, gemelos que chirrían. Fernández que se desboca, trocanter que me patea. Ni soy original ni estoy solo. Los pellizcos lumbares, cervicales y costillares son un grave asunto nacional.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

-- ¿Es una antesala electoral?

-- No, es antesala de hospital.

--Ah... -- ¿Usted es argentino?

-- Sí.

--¿Dónde le duele?

De poder echarnos en camillas los 40 millones que somos, lo primero que diagnosticaría (en grueso) un Doctor en Países, es una "argentinitis" (inflamación) y una "argentinosis" (degeneración). Hay otros males, pero solo ante este primer cuadro crónico y severo que padecemos este Facultativo Ideal tomaría el recetario para recetar (con carácter de tratamiento prolongado) "Agil y pronta educación para adolescentes, jovenes y adultos durante cinco días por semana". Y, ahora con tinta roja: "Severa e intensa educación para funcionarios y figurones del resto de los partidos durante la semana entera, turno noche incluido".

¿Tan mal andamos? Doy solo tres muestras (habría mil) 1/Por carecer de vigilancia en el Hospital Santojani se infiltran sicarios y de bandas rivales y deguellan en la camilla al herido de bala recién ingresado "para que no cante" (la crónica de lo allí vivido hecha de viva voz a las cámaras por el doctor Marcelo Struminger, debería merecer una sesión entera en el Congreso) 1/La última avivada de algunos comerciantes de la avenida Santa Fe y otras: pegar falsas calcomanías para discapacitados (sic) en la luneta de sus automóviles a fin de tenerlos a mano (frente a su comercio) en sitios vedados. 3/ llegan del mundo denuncias de Sexo Infantil para Turistas ofrecido y practicado en la tan glamorosa Buenos Aires de la publicidad oficial.

Se sabe en el exterior por los viajeros abordados. Se sabe "en los ambientes" por comentarios de taxistas, hoteleros y porteros. Y por el "boca a oreja" terminamos por enterarnos miles de miles de porteños. ¿Alguien sabe de alguna cabreada marcha con cacerolas en protesta por tan inmunda pasividad? ¿Cuál es la multa que habría que poner en casos como éste? (Yo traería a Robespìerre o a Castelli...pero de Esos no quedan más) ¿Que somos incorregibles? Y sí. Hasta ahora, sí. Callamos o chillamos en voz baja. Salvo excepciones, no hablamos entre nosotros. Ni en familia. Ni en el consorcio. Ni en la calle. De dos de nuestras más endémicas pestes, o no se habla nada (Mal de Chagas: 3 millones de pacientes) o se habla todo (Boca-River, al cuete). Y tampoco del preelectoral y bizarro reparto de 10.000 kilos por día de "Carne para Todos" ¿Habrán sacado bien la cuenta?

Entretanto, nadie que diga palabra, haga encuesta y revele el estado de la columna vertebral del país que está dejando gente "doblada" a montones. Con mirarse saben qué le sucede al otro y viceversa. Pero mentarlo y comentarlo, jamás. Si algun atrevido dice "hernia de disco" o "la tercera cervical" o "el huesito dulce" lo miran como leproso.

--Mire, lo suyo es lo suyo. ¡A mi qué me dice!

(*) Especial para Perfil.com.