SOCIEDAD
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El milagro de Brenda, la joven que cayó del tren y se recuperó

En noviembre le robaron el celular en la línea Belgrano Norte. Pasó un mes internada en grave estado. Esta semana pudo regresar a la facultad.

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Para adelante. Brenda en Quilmes, donde vive. | piemonte

Después del final de Cirugía que aprobó este jueves, a Brenda Bigiatti (27) le quedan solo nueve materias para recibirse de médica. Todavía no sabe qué especialidad quiere hacer, pero sí sabe que le gustan las prácticas, el contacto con los pacientes, y espera ansiosa las guardias y el día a día en el hospital. Y si bien cada paso en la carrera es importante, el de esta semana tuvo un condimento especial, porque rindió libre la materia que cursaba cuando el 3 de noviembre pasado se cayó de un tren en movimiento luego de que le robaran el celular.

Estuvo un mes internada, grave, en el Hospital El Cruce de Florencio Varela. Más de 15 días en terapia intensiva, y tuvo varias operaciones (se fracturó nueve costillas, el peroné, la clavícula; tuvo una hemorragia en la cabeza). Pero también una recuperación que sorprendió a los médicos que la atendieron. A principios de diciembre estaba en su casa, caminando sola, hablando, con ganas de seguir estudiando.

“Del accidente no me acuerdo nada. Lo primero que puedo contar es que, cuando me desperté, pensaba que estaba en La Plata, y que me habían llevado al hospital porque me había caído en la costa cuando estaba de vacaciones, y me había lastimado la espalda. Pero que estaba bien. No me había visto el pelo corto siquiera”, cuenta a PERFIL desde su casa en Quilmes, rodeada de libros de medicina. “Era diciembre y hacía calor, calculo que por eso pensé que veníamos de la playa. Cuando me contaron lo que me había pasado, decía ‘no puede ser, no me acuerdo nada’. Tampoco me acuerdo de haber tomado el tren”.

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Hasta donde puede contar, ese día no tuvo nada anormal. Fue con sus compañeras como siempre hasta un hospital de Malvinas Argentinas, donde cursaban Cirugía. Las clases eran ateneos que daban los residentes, y ellas iban a ver. Cuando volvía, como siempre, le mandó un mensaje a su hermana. Pero la respuesta nunca le llegó.

Ella se golpeó fuerte la cabeza, pero todo fue por dentro. Cuando los médicos me contaron todo lo que tenía, no lo podía creer: hemorragia, fracturas... todos se preguntaban cómo había caído para hacerse todo eso”, cuenta su mamá, Elizabeth.

“Cuando volví a casa, como podía caminar bien pensaba anotarme en el curso de verano, en ese momento pensaba ‘tengo que estudiar, qué voy a hacer, si no’. Después entendí que no puedo ir todos los días, que tengo que cuidarme, pero quiero estar bien y sobre todo que mi familia sepa que estoy bien y me puedo cuidar sola”, dice. Después de que le dieran el alta, el 4 de diciembre, se fue unos días de vacaciones a la costa, donde hasta se metió al mar. Ya viajó sola en colectivo, y no tiene que ir acompañada a todos lados como hasta hace unos días. Tiene ganas de volver a mudarse a Capital con su amiga, irse unos días de viaje e ir a ver el próximo superclásico a Mendoza con su papá. También va a kinesiología tres veces por semana. No le quedaron secuelas; solo le cuesta acordarse de algunas palabras cuando estudia, por ejemplo, pero sabe en qué libro buscarlas. Mientras estaba internada, su hermana le hablaba en inglés, para que no olvidara lo que venía estudiando.

“Me escribió mucha gente que no conocía diciéndome cosas lindas. Algún día contestaré. Incluso en la calle y hasta en la costa me pasó que me dijeran ‘qué bueno saber que estás bien’”. Al principio la angustiaba no acordarse de lo que había pasado, o que le dijeran que se había caído por perseguir al ladrón. “Es raro, no me quedó miedo del robo  en si, porque no me acuerdo. Si me pasaba al principio que no quería quedarme sola, me angustiaba pensar que no iba a volver a manejarme bien, sin depender de nadie; y me molestaba que me preguntaran y no poder contestar nada. Me daba culpa pensar que todo había sido por un celular. Pero ahora prefiero pensar algo bueno, que quise avisar a alguien o pedir ayuda. Sobre todo por mi familia, para que no se preocupen. Y porque con el tiempo entendí lo grave que fue, las cirugías, las cicatrices, que estuve en terapia, pero a la vez, que en poco tiempo me recuperé”.

En mayo tienen que volver a operarla, pero está bien. “Quiero volver a mi vida normal, a la facultad, a rendir y a terminar la carrera”, dice.


El robo en la estación.

El 3 de noviembre pasado, Brenda Bigiatti (27) tomó el tren Belgrano Norte con sus compañeras de facultad, como hacían siempre cuando volvían de cursar en un hospital de Malvinas Argentinas.

A la altura de la estación Don Torcuato, a Brenda le robaron el celular, y en las cámaras de la estación quedó registrado el momento en que el ladrón sale corriendo y luego Brenda cae del tren, todavía en movimiento.

Tras el hecho, la trasladaron de urgencia a un hospital en Pacheco, y luego estuvo un mes en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, donde permaneció 15 días en terapia intensiva, grave, y la operaron de varias fracturas en el cuerpo y una hemorragia en la cabeza.

El 4 de diciembre le dieron el alta. Y esta semana rindió la materia que cursaba al momento del accidente.

Con el aporte del registro de las cámaras de la estación, el reconocimiento de testigos y una investigación realizada por la Sub DDI de Tigre –que incluyó dos allanamientos–, se detuvo al autor del robo, a quien además le secuestraron ocho celulares. El detenido ya tenía antecedentes penales: dos condenas anteriores, también por robos de celulares en el ferrocarril Belgrano Norte.