Un año y siete meses de instrucción, un juez, tres fiscales y ocho imputados acusados. A dos años de la muerte de Diego Maradona, la causa judicial que investiga las responsabilidades detrás de los descuidos en su salud que lo llevaron al deceso a los 60 años está en stand-by, a la espera de que se confirme el juicio.
Esa parálisis lleva casi medio año, luego de que en junio pasado el juez de Garantías N°2 de San Isidro decidiera hacer lugar al requerimiento fiscal y elevar la causa a juicio con las ocho acusaciones por homicidio con dolo eventual. La causa se inició tras la muerte de Maradona el 25 de noviembre de 2020 por una insuficiencia cardíaca aguda, que le generó un edema de pulmón, cuando descansaba en una vivienda del barrio San Andrés, partido bonaerense de Tigre.
Bajo esa figura del Código Penal están acusados quien fuera médico de cabecera de Maradona, Leopoldo Luque; la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos "Charly" Díaz y la médica coordinadora de la prepaga Swiss Medical Nancy Forlini. La lista se completa con Mariano Ariel Perroni, coordinador de enfermeros, los enfermeros Ricardo Almirón y Daiana Madrid y el médico clínico de Maradona, Pedro Di Spagno.
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Las defensas de todos ellos vienen de presentar varios planteos para evitar que la Cámara de Apelaciones de San Isidro confirme el juicio mientras que el abogado que representa al hijo menor que Maradona tuvo con Verónica Ojeda busca lo contrario, es decir, que pongan una fecha para que comience el proceso.
Quienes tienen esa decisión en sus manos son los jueces de la Sala III Gustavo Adrián Herbel y Carlos Fabián Blanco, aunque se podrá sumar otro magistrado en caso de no haber acuerdo entre ellos para que haya desempate.
Quienes son los acusados
Entre las personas que fueron enviadas a juicio, el que tiene la responsabilidad principal es Luque, quien firmó la externación del astro del fútbol de una clínica para llevarlo a la internación domiciliaria.
Lo acusan de haber violado las reglas del buen arte de curar porque tenía "pleno conocimiento de la sintomatología presentada por el paciente en el último tiempo" y pese a eso "evitó asistir y/o al menos propiciarla debida atención médica", según consta en el expediente y consigna Télam.
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En la instrucción también se confirmó que "ignoró y menospreció los síntomas y signos compatibles con al insuficiencia cardíaca que le eran informados (...) y que tuvo la oportunidad de evaluar". Además, afirman que no armó una historia clínica de la víctima ni dejó escritos los datos relevantes sobre la enfermedad.
En el expediente hay un cúmulo de pruebas, entre ellas un audio que se filtró el año pasado, donde se lo escucha a Luque decir: "Parece que hizo un paro cardiorrespiratorio, se va a cagar muriendo el gordo".
Además del homicidio, la Justicia imputó a Luque por "uso de documento privado adulterado" por pedirle a una clínica la historia médica de Maradona con una firma falsificada de su paciente.
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Cosachov, la psiquiatra, estaba encargada de prescribir la medicación psiquiátrica y fue una de las que acompañó el planteo de externación. En la causa está acusada de no haber adoptado los recaudos necesarios a pesar de tener "pleno conocimiento de la patología cardíaca" y de haberse desentendido de los efectos adversos, controles y estudios apropiados al paciente.
También señala la causa que permaneció "indiferente frente a las graves falencias apuntadas que no tendió a revertir" y "asumió desaprensivamente los riesgos que corría la salud de Maradona, y las consecuencias que ello podía generar". Consta, además, una imputación extra por falsedad ideológica porque le atribuyen haber confeccionado un certificado de aptitud mental del "10" sin siquiera haber ido a visitarlo.
Los otros acusados
Para la Justicia, el psicólogo "Charly" Díaz tomó decisiones ajenas a su incumbencia profesional y su poder de decisión sobre Maradona trascendió lo médico hasta involucrarse en las relaciones del paciente con sus familiares. De hecho, lo acusan de haber manipulado a la familia al haberles dicho que lo que ocurría con la salud del astro era a causa de la libre y espontánea decisión de Maradona.
Además de eso, también sostiene el expediente que no hizo visitas ni seguimiento en tiempo y forma. Tuvo "una palmaria indiferencia de su conducta frente a la situación e emergencia y la posibilidad del resultado muerte".
Forlini, la médica coordinadora de Swiss Medical, no cumplió con los deberes mínimos que tenía a cargo, entre ellos el de dotar la internación domiciliaria del personal especializado necesario, según consta en la causa. Tampoco analizó si estaban dadas las condiciones mínimas de la vivienda para llevar a cabo el proceso y no tomó ninguna decisión a pesar del "deficitario servicio de enfermería".
Por su lado, el coordinador de enfermeros Perroni fue parte del esquema que omitió detallar la información real sobre la salud de Diego. "Demostró un comportamiento desinteresado e indiferente frente a la situación de emergencia".
Almirón y Madrid, los enfermeros, están acusados de haber omitido asistir a Maradona durante los dos días previos a la muerte a pesar de su delicado estado. Fueron, para la Justicia, una parte clave del esquema delictivo que integraron los otros acusados.
Di Spagna, por último, "omitió cumplir con los deberes a su cargo ya que se abstuvo de controlar regularmente el estado de salud del paciente". También avaló una supuesta negativa de Maradona a atenderse, lo que complicó aún más el cuadro.
Todos están libres y continúan con sus respectivos trabajos.
AS/ff