“Argentina tiene una acumulación de ídolos rebeldes que seguramente indica algo de nuestro carácter nacional. De la predilección que tenemos por ese tipo de ídolos rebeldes”, introdujo Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia (Net TV y Radio Perfil FM 101.9) de este viernes 25 de noviembre.
Fontevecchia prosiguió dando ejemplos de ídolos díscolos de nuestra identidad nacional en distintos campos, “Eva Perón en la política, a mediados de siglo XX, la recientemente fallecida Hebe de Bonafini, Hugo Moyano en el sindicalismo, Cristina Kirchner, o Maradona en el fútbol”.
El objetivo es reflexionar acerca de cómo Maradona se convirtió en un adjetivo, una forma de definir el carácter nacional de los argentinos. Para ello, revisaremos algunas de sus declaraciones a lo largo del tiempo.
Maradona noventista
Luego del triunfo de Menem en 1989, Maradona decía, “quiero que Menem sea el mejor presidente que hayan tenido los Argentinos, quiero que Menem tenga las soluciones que Alfonsín no dio”.
Tres años después, en el ‘92, Maradona decía, al cruzarse con una manifestación de jubilados. “Yo defiendo a los jubilados, ¿cómo no los voy a defender? tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados. A muerte estoy con los jubilados, porque lo que les hacen es una vergüenza”.
Maradona contestatario
En 1995, el Diego criticaba a la organización mundial de fútbol, y proponía formar un sindicato mundial de jugadores de fútbol.
“Yo voy a ser el representante de los jugadores. Todos saben lo que sé yo, pero nadie se atreve a ponerle la cara a Blatter, ni a Havelange, ni a Grondona. Por eso se está armando esto, para reunirnos con ellos y diagramar el mundial, todo lo que tenga que ver con el jugador de fútbol”, decía. Y luego agregaba que “no puede ser que ellos diagramen sin haber jugado, sin haberle preguntado a un jugador qué siente en un mundial. No tienen ningún derecho”.
En el año 2002, Maradona volvió a apoyar la candidatura de Menem, incluso contra Néstor Kirchner. En ese momento, decía que “el hambre se hubiera resuelto con Menem”.
“De alguna manera, estos giros muestran a Maradona como adjetivo de la argentinidad, porque los argentinos votaron por Menem y después por Kirchner. Por Cavallo y la convertibilidad, y luego por todo lo contrario. Algo que se plantea como una contradicción del peronismo, con su ala de derecha, neoliberal, y otra muy a la izquierda que se encolumna con Chávez y con Fidel Castro”, agregó Jorge Fontevecchia.
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Maradona bolivariano
En 2007, Maradona estuvo junto a Hugo Chávez en Venezuela, y afirmaba “yo también crecí con muchas mentiras por parte de los imperialistas y odio todo lo que venga de Estados Unidos, lo odio con toda mi fuerza. Creo en Chávez, yo soy chavista”.
En 2008, cuando Diego era director técnico de la Selección Nacional, recordó el fallecimiento de Alfonsín con cierto desdén. “Yo lo recuerdo como una buena persona, como el que abrió el camino a la democracia, pero cuando tuvo dudas puso en duda el país, hizo cosas buenas y cosas malas, no hay que recordarlo como buena persona y nada más”.
En el 2010, hablando en el funeral de Néstor Kirchner, Maradona afirmaba que “Argentina perdió un gladiador, un hombre que nos sacó del pozo, que era respetable en todo. Se la jugó por sus ideales, Néstor tenía muchas cosas del Che Guevara”.
En el 2013, apoyando a Cristina Kirchner, Diego decía, “puedo avalar el trabajo que está haciendo la señora presidenta y la gente que tiene a su alrededor”.
Cuando falleció Fidel Castro en 2016, Maradona dijo conmovedoramente “fue como mi segundo padre. Yo viví cuatro años en Cuba, y Fidel me llamaba a las dos de la mañana para hablar de política o de deportes, o lo que sucediera en el mundo. Ese es el recuerdo más lindo que me queda”.
Con Macri, en cambio, se dirigió en términos muy duros en 2016, afirmando que “no sabe leer y es Presidente de la Nación”.
En el 2017 viajó a Venezuela a apoyar a Maduro. “Somos todos soldados de Nicolás, somos todos soldados de la Patria Grande”.
Parecía haber una sobreactuación en cada uno de los casos. En el 2019, un año antes de su muerte, decía “soy un tipo normal que por hacerle un golazo a los ingleses que nos mataban a los pibes en Malvinas, hoy todo el mundo me reconoce, pero soy un tipo normal”.
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El magnetismo de los ídolos
El análisis de Jorge Fontevecchia señalando que, “lo interesante de ver estas declaraciones y compararlas, es la relación con Menem, no solamente hasta fines de los ‘90, sino incluso en el 2002, después de la caída de la convertibilidad y el caso macroeconómico que eso produjo, y luego su relación con lo que podríamos llamar el ‘nuevo socialismo’ latinoamericano”.
“¿Que hay en común entre Menem y Kirchner como significantes? De alguna manera esto trasciende a las ideologías, trasciende al modelo económico. La estética es más importante que la ideología”, concluyó Fontevecchia.
FM PAR