Este miércoles 29 de abril, en el país se celebra el Día del Animal, en conmemoración al fallecimiento, en 1926, del abogado argentino Ignacio Lucas Albarracín, un referente y pionero mundial en la protección de los derechos de todos los animales. Actualmente, tal vez la fecha tome más relevancia ya que, para muchos, las mascotas son las únicas compañías durante la cuarentena por la pandemia del coronavirus, mientras que muchos de ellos ahora tomaron las calles que se encuentran vacías. De hecho, los argentinos son la nación que más perros tienen por habitante. Según el estudio realizado por GKF Global, el 66% de la población tiene un perro, lo que representa el doble de México y Brasil, quienes siguen en el ranking.
El resto del mundo festeja el Día del Animal el 4 de octubre. Esta decisión fue declarada en 1929 por iniciativa de la Organización Mundial de Protección Animal, en un congreso celebrado en la ciudad euopea de Viena. Desde 2003, organizaciones inglesas realizan una celebración anual que ha sido replicado en diferentes partes del mundo. Sin embargo, en nuestro país se eligió como fecha el 29 de abril, día en el que murió el abogado Albarracín, quien fue el Presidente de la Asociación Protectora de Animales.
Los humanos en cuarentena y los animales en las calles en plena pandemia de coronavirus
Albarracín nació en Córdoba el 31 de julio de 1850 y, luego de recibirse de abogado, dedicó su vida a la protección de los animales. Incluso, fue un pionero para la época positivista, ya que consideraba -como el filósofo Friedrich Nietzsche- que los animales poseían raciocinio, aunque a niveles inferiores que los humanos, y que no había que martirizarlos.
Entonces, el abogado fue secretario de la Sociedad Argentina Protectora de Animales desde su inicio, en 1879, y sucedió en la presidencia del organismo a Domingo Faustino Sarmiento, desde 1885. Entre sus luchas, combatió las riñas de gallos, la doma de potros, las corridas de toros y tiro a las palomas.
Albarracín, quien formaba parte de la elite argentina, fue el impulsor de la Ley Nacional de Protección de Animales, que se promulgó en 1891. Su trabajo legislativo fue la base que se incorporó, casi 100 años después en la Liga Internacional de los Derechos del Animal y Naciones Unidas de 1977