Aferrarse al trabajo: el fenómeno que reemplaza al Job Hopping en tiempos de incertidumbre
La tendencia actual muestra que muchas personas optan por no cambiar de empleo, no por satisfacción, sino por temor a un futuro laboral incierto.
En diálogo con Canal E, Ayelén Kalenok, licenciada en Relaciones Laborales, analizó el nuevo fenómeno laboral conocido como Job Hugging, que revela cómo el miedo al desempleo y la inteligencia artificial impactan en las decisiones de los trabajadores.
Del "Job Hopping" al "Job Hugging": un giro por miedo, no por elección
"Este término nuevo, Job Hugging, se refiere a aferrarse al trabajo actual", explicó Kalenok, destacando que el concepto surge en contraposición al 'Job Hopping', que durante años marcó la tendencia de cambiar frecuentemente de empleo en busca de mejoras salariales o crecimiento profesional.
"Ahora la gente no está pensando en cambiar de trabajo todo el tiempo, sino en quedarse como mínimo los próximos seis meses", subrayó Kalenok, y explicó que este cambio no responde a una mayor satisfacción laboral, sino a un clima de temor e incertidumbre económica.
La especialista aseguró que los portales de empleo muestran una baja real en la oferta de puestos: "No es solo una sensación, hay menos puestos disponibles", enfatizó. Este dato refuerza la idea de que las personas, ante la falta de oportunidades claras, prefieren mantener su empleo actual por más que no cumpla todas sus expectativas.
Además, señaló que la inteligencia artificial juega un papel clave en esta nueva percepción del mercado laboral: "Hay temor de cómo la AI va a impactar el mercado y la posibilidad de encontrar trabajo rápido", afirmó. La combinación entre tecnología, reducción de vacantes y economía inestable configura un escenario donde tomar riesgos ya no es una opción atractiva.
Rutina, estabilidad y el nuevo valor del empleo seguro
Otro punto que resaltó Kalenok es el componente humano y emocional detrás del fenómeno. "El ser humano es un animal de costumbres. Cambiar de trabajo implica cambiar rutinas, entornos, transportes, y eso también se evalúa", destacó.
Frente a un entorno inestable, el trabajo empieza a representar mucho más que una entrada de dinero: "Es una sensación de seguridad, una posibilidad de planificación", dijo. Desde decidir cuándo tomarse vacaciones hasta proyectar el tipo de vida que se desea llevar, el empleo fijo cobra un nuevo valor simbólico.
También advirtió que, si bien las nuevas generaciones antes estaban más dispuestas a cambiar con frecuencia de empleo, hoy se observa un cambio en esa actitud. "Ese movimiento más liviano ahora también se empieza a frenar. Hay temor real", sostuvo.
En este contexto, el Job Hugging no es una elección por convicción, sino una forma de protección: "La gente no se queda porque se sienta valorada o vea oportunidades de crecimiento, sino porque teme que no va a encontrar algo igual o mejor", concluyó.
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