El ingreso disponible se mantuvo estable en abril, pero crece la presión del crédito sobre los hogares

En abril de 2025, el ingreso disponible promedio de los hogares del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se mantuvo sin cambios con respecto a marzo, según un informe reciente de la consultora Empiria. Este equilibrio, sin embargo, oculta dinámicas complejas: la caída en los gastos fijos permitió amortiguar una baja simultánea del ingreso real.

Los gastos fijos del hogar se redujeron un 0,7% en términos reales. En particular, disminuyeron los valores de la electricidad (-2,3%), el agua (-1,7%), el transporte público (-1,1%) y las expensas (-0,6%). Solo el alquiler registró una suba, aunque marginal (0,8%), la menor desde abril de 2024. Este leve incremento se explica por la progresiva disipación del impacto del antiguo índice de actualización de la derogada ley de alquileres.

Sin embargo, el ingreso registrado mostró un retroceso del 0,3% mensual, con una baja del 0,2% en el sector privado (tercera caída consecutiva en términos reales) y del 0,5% en el sector público. Desde noviembre de 2023, los salarios registrados acumulan una pérdida del 6,3% en términos reales, siendo más pronunciada en el sector público (-15,5%) que en el privado (-1,2%).

En contraste, los ingresos laborales no registrados fueron los únicos que mostraron una mejora, con una suba del 0,3% mensual real, consolidando la tendencia iniciada tras la asunción del actual gobierno.

Impacto desigual según el nivel de ingreso

El efecto neto del comportamiento de gastos e ingresos no fue homogéneo entre los distintos segmentos sociales. En los hogares de menores ingresos, la caída de los gastos fijos compensó la merma en los ingresos, generando una mejora del ingreso disponible del 0,3% mensual. Por el contrario, los hogares de mayores ingresos experimentaron una leve baja del 0,1% en su ingreso disponible.

El crédito se expande y se convierte en un nuevo gasto fijo

Empiria advierte que el consumo en la Argentina se sostiene sobre tres motores: el ahorro, el ingreso disponible y el crédito. Si bien los ahorros jugaron un rol relevante en 2024, es el crédito el que está ganando protagonismo. Entre mayo de 2024 y mayo de 2025, el crédito en términos reales se duplicó. El crédito hipotecario creció 300%, el prendario 160%, los personales 213% y el de tarjetas 70%.

No obstante, este crecimiento no está exento de riesgos. Las tasas de morosidad comenzaron a subir, en especial en los créditos prendarios (3,5%) y en las tarjetas de crédito (2,8%). Este último valor se ubica 0,4 puntos por encima del promedio de la última década y 0,7 puntos más que en 2023-2024.

Endeudamiento récord: el 20% del ingreso se destina a pagar deudas

Las tasas de interés positivas, en contraste con las negativas del pasado, explican por qué las cuotas mantienen hoy su peso real a lo largo del tiempo. Así, el endeudamiento se convierte en una carga fija cada vez más relevante.

Según el Banco Central, el pago mensual de deudas representa actualmente el 20% del ingreso familiar, el doble que en 2024. Se trata del valor más alto de los últimos 20 años, solo superado por el registrado en 2018.

La entidad también señala que la probabilidad de default en los hogares alcanzó el 1,8%, muy por encima del promedio de los últimos 20 años (1,2%). En contraste, las empresas no muestran un deterioro similar: los niveles de mora y riesgo crediticio corporativo permanecen estables.