Gazzoli, sobre el nuevo Papa: "La Iglesia está entre la continuidad de su tradición o el poder a la herejía"

El cónclave que comenzará el 7 de mayo definirá no solo al nuevo pontífice, sino el rumbo ideológico de la Iglesia Católica en medio de tensiones internas y crisis diplomáticas globales.

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el periodista Guido Gazzoli, quien comentó que, “antes era entre el 5 y el 6, ahora cambiaron nuevamente y pusieron el 7”, sobre el cónclave que iniciará esa fecha. El retraso, según él, “llama la atención” y da señales de intensas negociaciones. De los 137 cardenales convocados, participarán solo 133 debido a ausencias confirmadas. “Van a hacer dos votaciones por día. Hasta la votación 36 o 37, se necesita mayoría de dos tercios; luego, gana quien tenga más votos”, aclaró Gazzoli.

Una Iglesia profundamente dividida

Para el especialista, el verdadero desafío será lograr consenso: “Lo difícil es llegar a un candidato”. La Iglesia atraviesa una grieta “impresionante” entre cardenales progresistas y conservadores. Según Gazzoli, “la intervención del cardenal Müller puso en jaque prácticamente todo el risco o el juego”, al sugerir que podría haber un escisma si se elige un Papa que no represente la tradición. “La Iglesia está entre la continuidad de su tradición o el poder a la herejía”, advirtió Müller, citado por Gazzoli.

Diplomacia vaticana: clave para el nuevo pontífice

La solución, según el analista, pasa por elegir a un papa con perfil diplomático. “La primera característica que necesita el nuevo papa será ser un copia-pega del cardenal Richelieu de France”, afirmó. En ese sentido, destacó a Pietro Parolin como el favorito: “Es un gran diplomático”, dijo, recordando su origen veneciano, región históricamente vinculada a la diplomacia. “Como hizo Juan XXIII en los años 60, Parolin tiene esa escuela”.

El efecto Bergoglio y el agravamiento de la grieta

Consultado sobre si la grieta ya existía antes de Francisco, Gazzoli afirmó: “La grieta estaba, pero en una mínima parte. Con Bergoglio eligieron un tanque progresista, con un gran romanticismo”. Ese giro acentuó la polarización interna hasta el punto de que hoy “la situación se está llevando a ser dramática”.

¿Quiénes son los papables?

Respecto a los candidatos, Gazzoli enumeró a varios: “Parolin, Zuppi, que es el más parecido a Francisco en su progresismo rock, y el cardenal Pizzaballa, un franciscano”. También mencionó al filipino Luis Tagle y al africano Robert Sarah, “un conservador muy profundo”, aunque destacó su relación de respeto con Francisco. “Estos son los principales”, resumió.

Origen geográfico, ¿clave o circunstancial?

Sobre la posibilidad de que vuelva a ser electo un latinoamericano, Gazzoli fue claro: “Si hubiera un cardenal esquimal, diplomático, podría ser nombrado”. Lo esencial, según él, no es el origen sino la capacidad de diálogo y gestión en un mundo convulsionado. “El mundo necesita verdaderos estadistas y no administradores de miedo”, citó al Papa Francisco, agregando que la Iglesia debe volver a fomentar “la política del bien común”.

La diplomacia como salvavidas en tiempos convulsos

Gazzoli subrayó el rol del Vaticano como mediador en conflictos internacionales, recordando el papel de Parolin en la coordinación de encuentros entre líderes mundiales. “El encuentro entre Trump y Zelensky fue brindado gracias a las calidades justamente de Parolin”, aseguró. A su vez, criticó actitudes como la de Emmanuel Macron, quien “se metió en el medio” de ese encuentro con actitudes poco diplomáticas.

“El mundo está en crisis porque hace por lo menos 10 años que no se registran más estadistas”, remató. Para Gazzoli, el nuevo Papa deberá estar a la altura de un contexto global donde la palabra, la prudencia y el equilibrio vuelven a ser herramientas esenciales del liderazgo.